¡Cuida tus rodillas! Éstas son las lesiones más frecuentes y cómo podemos solucionarlas
La rodilla es la articulación más grande del organismo y la que con mayor frecuencia suele lesionarse, especialmente por las cargas y presiones a la que le sometemos en el día a día; más si somos deportistas, sobre todo en las disciplinas de contacto, como puede ser el fútbol o el baloncesto, pero también si eres esquiador, donde tus rodillas son fundamentales.
Tal y como señala el doctor Raúl Torres, cirujano traumatólogo, experto en cirugía de rodilla y traumatología deportiva del Hospital Universitari Dexeus de Barcelona, del grupo Quirónsalud, las lesiones de rodilla son “bastante frecuentes” en nuestro día a día, pudiendo distinguir las siguientes:
Las traumáticas: relacionadas con deportes de contacto, son muy frecuentes en pacientes más jóvenes que practican deportes de contacto; siendo las más habituales las relacionadas con las lesiones del menisco y de los ligamentos de la rodilla.
Lesiones no traumáticas, más relacionadas con la degeneración del cartílago articular, y más relacionadas con deportes de impacto como el correr; siendo las más frecuentes las lesiones en el cartílago articular y las degenerativas de los meniscos.
“Los giros bruscos y el contacto con rivales son las causas por las que deportes como el fútbol o el baloncesto (entre otros) son responsables de tantas lesiones en los ligamentos y meniscos de la rodilla. Otros deportes, como en el running, los corredores de largas distancias padecen, en muchos casos, de afectación en el cartílago articular por el impacto repetido durante muchos años en la zona de carga de la rodilla”, afirma este especialista.
Signos de posible lesión de rodilla
Con ello, el doctor Torres alerta de que los signos de alarma en nuestra rodilla, y que nos deben hacer acudir a un traumatólogo experto son: “Tras un giro brusco de la rodilla practicando un deporte, y donde la rodilla se inflama inmediatamente o dentro de las 24 horas siguientes, debemos sospechar de una lesión meniscal o ligamentosa, que debería ser valorada por un médico especialista”.
Por otro lado, y en ausencia de una lesión aguda, el traumatólogo del Hospital Universitari Dexeus menciona que el dolor crónico en la rodilla o episodios de inflamación recurrente de la misma nos pueden hacer pensar en lesiones, o en una afectación del cartílago articular de la misma.
La artroscopia de rodilla, la solución definitiva
Con ello, este experto en cirugía de rodilla apunta a que las artroscopias de rodilla pueden representar la solución para muchos pacientes con lesiones en esta articulación: “La artroscopia es un método por el que se pueden realizar diferentes procedimientos dentro de la rodilla. Desde una cirugía muy simple a otra muy compleja con mini-incisiones. Así, y dependiendo del procedimiento realizado dentro de la rodilla, la recuperación del paciente será más o menos rápida”.
Consisten, tal y como prosigue, en un modo de operar a un paciente a través de mini-incisiones, guiados por una cámara muy pequeña que permite observar la rodilla por dentro. “Con esta técnica podemos realizar diferentes tipos de cirugías. La más frecuente es la reparación de una lesión en el menisco, ya sea mediante una sutura o su extirpación parcial. Mediante la artroscopia también realizamos reconstrucciones ligamentosas, como la del ligamento cruzado anterior, que es la cirugía ligamentosa más frecuente”, apunta.
Las técnicas más punteras
La técnica artroscópica ha ido evolucionando mucho en los últimos años, destaca este especialista, y según subraya, “un claro ejemplo” es el tratamiento sobre las lesiones meniscales. “Cada vez más comprendemos mejor las diferentes lesiones que puede sufrir el menisco, y el tratamiento varía dependiendo del tipo de lesión. Suturas meniscales, extracción de un fragmento de menisco, reinserción de la raíz meniscal, sutura de la rampa meniscal, entre otras, son algunas de estas técnicas a realizar dependiendo del tipo de lesión”, detalla este experto del Hospital Universitari Dexeus.
Por otro lado, mantiene este cirujano traumatólogo que el trasplante meniscal es otra técnica artroscópica reservada para algunos casos de pacientes con dolor en la rodilla, y tras una extracción de un gran fragmento meniscal.
“En cuanto a la reconstrucción del ligamento cruzado anterior, la técnica quirúrgica ha ido evolucionando con los años. Para realizar un nuevo ligamento tenemos que obtenerlo del banco de tejidos o del propio paciente. En la gran mayoría de los casos utilizaremos ligamentos autólogos (del propio paciente), y estos pueden ser isquiotibiales, tendón rotuliano, o tendón cuadricipital. Deberemos individualizar la elección del ligamento dependiendo de las características del paciente (grado de inestabilidad, tipo de deporte que realiza, entre otras)”, agrega.
La recuperación, cada día más rápida
En última instancia, este especialista resalta que la recuperación de una artroscópia dependerá de lo que se le haya hecho al paciente dentro de la rodilla; si bien reconoce que, si se ha tratado de una escisión de un fragmento del menisco, la recuperación suele ser muy rápida: “El paciente puede apoyar desde un principio, y en unos 15 días prácticamente ha recuperado su vida y ha dejado las muletas”.
Ahora bien, en el caso de que se le haya realizado una sutura meniscal o una reconstrucción del ligamento cruzado anterior el tiempo de recuperación es mayor y necesitará entre un mes, y un mes y medio, para dejar las muletas. “Tras una artroscopia el paciente puede recuperar, en la mayor parte de los casos, su nivel previo a la lesión. En algunas lesiones, y en algunos deportes, el paciente puede precisar de una muy buena rehabilitación postoperatoria para recuperar correctamente la fuerza en la musculatura alrededor de la rodilla, y con ello alcanzar el nivel previo a la lesión”, concluye el doctor Torres, especialista en esta articulación.