![Más de 100 plantas de producción de medicamentos para dar seguridad estratégica al país](images/blog/img-articulo-49.jpg)
España es uno de los países europeos con mayor potencial de fabricación de medicamentos. Los datos así lo avalan: 103 fábricas de medicamentos de uso humano, 46 fábricas de principios activos y 24 de uso veterinario. El total es de 173, pertenecientes a 122 grupos empresariales.
El primer estudio sobre la implantación industrial del sector farmacéutico en España, realizado por la consultora ManageArt, ha constatado que la industria farmacéutica es un sector con una actividad industrial muy potente y con un alto impacto en la inversión, la exportación y el empleo de nuestro país.
Del estudio se extrae que la industria farmacéutica genera 183.000 empleos, entre directos, indirectos e inducidos; se producen medicamentos por valor de 16.000 millones de euros (de los que el 75% se exporta) y están en vanguardia en competitividad y sostenibilidad medioambiental. “Estos datos sitúan a España como uno de los países europeos con mayor potencial de fabricación de ese sector en un momento en el que los medicamentos han demostrado ser un bien estratégico y de seguridad para los países”, asegura el subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay.
Concretamente la cifra de los 16.000 millones de euros aportada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) indica que ha aumentado un 7,6% desde 2018. Además, más del 75% de la producción nacional se exporta a otros países, lo que convierte a los medicamentos en el cuarto producto más exportado de España, según informa Farmaindustria.
El sector farmacéutico tiene un efecto considerable en términos de empleo, tanto por su influencia en otras industrias como por los salarios comparativamente altos. Según el informe, se estima que las plantas industriales de fabricación de medicamentos en España emplean directamente a 36.338 personas, con un incremento anual del 4,2% desde 2019. Además, teniendo en cuenta los empleos indirectos e inducidos que crea este sector debido a sus numerosos proveedores y servicios externalizados, se estima que el número total de empleos generados en España es de 183.506. El informe demuestra que las empresas han invertido una gran cantidad de dinero en sus fábricas en los últimos cinco años, con una media de casi 1.000 millones de euros cada año. Se prevé que la industria habrá gastado 4.800 millones de euros en sus plantas durante el periodo 2019-2023. Este ritmo continuo de inversión implica que la tasa de inversión sobre los activos netos es superior al 20% anual normalmente y ha ido aumentando desde 2019 hasta llegar a alrededor del 27% del valor de los activos en 2022.
La sostenibilidad de las plantas de producción es otra de las preocupaciones importantes del sector, tal y como señala el informe al afirmar que se encuentra entre los "sectores más sensibles y desarrollados en este ámbito." Ejemplos de ello son la mejora de la eficiencia energética, que se manifiesta en el descenso del ratio de consumo energético por empleado en más de un 8% en tres años. Además, las plantas industriales son cada vez más conscientes de la importancia de garantizar la eficiencia energética, lo que se pone de manifiesto en el descenso del ratio de consumo energético por empleado en más de un 8% en tres años.
Dependencia de otros países
Según el subdirector general de Farmaindustria, las cifras del estudio demuestran el potencial que tiene España en la producción de fármacos. Además, la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de los medicamentos para los países, lo que ha hecho que los gobiernos europeos se cuestionen si su dependencia de los países asiáticos para la producción de ciertos ingredientes y medicamentos principales es demasiado extrema y si deben establecer el marco adecuado para recuperar parte de esa producción.
A pesar de la creciente competencia de otras naciones, especialmente de las grandes economías en desarrollo, el ponente cree que España está preparada para convertirse en un importante centro de la droga en Europa. Lo que hace falta es "una hoja de ruta definida y una estrategia a medio y largo plazo que dé al sector la seguridad de realizar las inversiones necesarias en este campo". El informe señala rasgos positivos como la excelente calidad de las instalaciones, la rentabilidad, el acceso a tecnología avanzada y personal especializado, y un ambiente de trabajo favorable. Sin embargo, también destaca problemas importantes y acuciantes causados por la intensificación de la competencia internacional, como la abrumadora dependencia de los proveedores de materias primas extranjeras, la necesidad de aumentar la inversión en plantas de digitalización y biotecnología, además del mínimo apoyo de las administraciones a las inversiones industriales.
Urzay subraya la complejidad del escenario actual por el repentino aumento de los costes de la energía y la escalada de la inflación. Por un lado, muestra la fortaleza y flexibilidad del sector, ya que el impacto del aumento de los costes de la energía se estima en unos 500 millones de euros. También añade que las empresas están asumiendo estos costes en su totalidad, al ser el medicamento un producto intervenido. Por otro lado, reconoce las presiones a las que se enfrenta, sobre todo en determinados medicamentos estratégicos con márgenes muy bajos, y la necesidad de abordar estas cuestiones con una visión estratégica.
En este sentido, cree que el Plan Estratégico para la Industria Farmacéutica, puesto en marcha por el Gobierno, podría ser la vía ideal para promover la fabricación de medicamentos en el país. Considera que sería una oportunidad perdida si el Gobierno no hace una apuesta decidida por apoyar y fortalecer la industria farmacéutica en España.