Philip Morris, hace diez años se propuso dar comienzo a un proceso de cambio desde dentro. Un cambio sin precedentes que no tendría marcha atrás: eliminar la combustión. Es decir, convertirse en una compañía tabaquera capaz de desarrollar nuevas alternativas menos dañinas dirigidas a aquellos fumadores adultos que de otra forma iban a seguir fumando. Un reto nada sencillo, que necesitaba de la tecnología más innovadora para conseguir dar con un producto que fuese una alternativa para esos mismos fumadores calentando el tabaco y no quemándolo.
Desarrollar una nueva idea basada en ciencia
A finales del siglo XX la industria tabaquera dio el primer paso para transformarse. Sobre la certeza científica de que el humo que se produce al quemar el tabaco del cigarrillo es el principal causante de enfermedades asociadas al hábito de fumar. Bajo esta premisa, está demostrado que el humo del cigarrillo contiene aproximadamente 6.000 sustancias químicas, de las cuales, cerca de 100 han sido identificadas por las autoridades en salud pública como dañinos o potencialmente dañinos, y están ligados a las enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Aunque la mejor opción es no empezar a fumar, y si ya se ha iniciado, abandonar el hábito por completo, los fumadores adultos que, de otra forma, van a seguir fumando necesitan un cambio real. Cuando Philip Morris inició su camino hacia un futuro sin humo, se convirtió en una empresa pionera, y no había nada parecido en el mercado. A partir de los años ´90, la compañía comenzó un trabajo de investigación con el fin de diseñar los primeros prototipos, pero no fue hasta 2014, cuando la tabaquera estuvo preparada para lanzar al mercado su primera versión de dispositivos para tabaco calentado, y la apertura de su centro de producción, capacitación y prototipado, el Philip Morris Manufacturing & Technology de Bolonia, Italia.
Tras el lanzamiento de su primer dispositivo sin combustión al mercado, en la ciudad italiana de Milán, Philip Morris International no ha dejado de lograr importantes progresos para alcanzar el fin del humo de los cigarrillos y reemplazarlo por estas alternativas basadas en ciencia, que ofrecen el potencial de reducir el daño, ampliando el portfolio de alternativas sin humo.
Aprovechar las oportunidades de la tecnología
Tiempo, paciencia, esfuerzo y la implicación de más de 1.500 científicos, especializados en física, biología y química, así como médicos, epidemiólogos y científicos del comportamiento, han marcado el camino que la compañía ha recorrido desde 1990 hasta 2023. Años en los que la evolución hasta los actuales dispositivos ha estado marcada por la superación de obstáculos y donde cada prototipo que no conseguía conectar con las expectativas de los consumidores era un aprendizaje, un paso menos para alcanzar lo esperado, y donde “el conocimiento de hoy”, destaca Jacek Olczak, CEO de PMI, “es el resultado de experiencias del pasado”.
Así, la necesidad de crear una alternativa nueva y diferente ha estado ahí desde el inicio de este cambio profundo. Y la innovación científica y tecnológica son la solución para eliminar el problema del humo del cigarrillo, al encontrar la forma de evitar la combustión y, por lo tanto, reducir de manera significativa las partículas sólidas y las sustancias tóxicas que contiene. Sin embargo, no hay que olvidar que estos dispositivos innovadores no están exentos de riesgo y con su uso se inhala nicotina , que es adictiva, pero no es la causa principal de las enfermedades relacionadas con fumar.
Una historia de evolución, un camino que no ha terminado
Hace 10 años, pocas personas creían seriamente en que fuese posible la transformación de Philip Morris en una compañía libre de humo. Durante todos esos años de evolución, la ciencia ha jugado un papel vital. Han pasado de ser una compañía manufacturera de cigarrillos a ser una compañía eminentemente tecnológica, con más de 1.500 científicos, más de 3.000 patentes en alternativas libres de humo.
La tabaquera mantiene su compromiso de seguir buscando nuevas formas de abordar el hábito de fumar para aquellos adultos que de otra forma van a seguir fumando. Ahora su objetivo se sitúa en conseguir que, en 2030, dos terceras partes de sus ingresos provengan de su negocio libre de humo, aunque ya suman el 38% de sus ingresos netos totales.
Hacer Combustioff y lograr un futuro sin humo es una revolución que no ha hecho más que empezar.