Una joya medieval en el Cap de Creus

El monasterio de Sant Pere de Rodes, en el Port de la Selva (Alt Empordà), se ha convertido en uno de los más reconocidos y admirados en Catalunya. Con más de mil años a sus espaldas –precisamente el año pasado se desplegó una celebración en torno a su milenario– ha sido testigo del paso de los tiempos desde la Serra de Rodes, tanto en tierra firme, en el territorio que se extiende en el Cap de Creus, como en el mar, en la punta septentrional de la Costa Brava. Aunque los registros fechan de mucho antes, a partir del 1022, el monasterio de Sant Pere de Rodes se erigió como el centro espiritual del condado de Empúries, con un conjunto monacal formado por la iglesia, el campanario, el claustro, las sacristías, las dependencias de los monjes y el Palau de l’Abat.

Todos estos espacios, adaptados a la complicada orografía del terreno, tienen una marcada influencia del Románico catalán, aunque con cierta sofisticación arquitectónica proveniente de sus capiteles clásicos.

Durante todo el año, el monasterio de Sant Pere de Rodes ofrece visitas al conjunto arquitectónico y su entorno por 6 euros (entrada general), además de actividades temáticas para todos los públicos, que hace falta reservar con antelación: visitas teatralizadas, visitas nocturnas, paseos maridados con vino medieval y garnacha, observación de murciélagos y hasta una exposición permanente para entender el papel de este enclave histórico. Sin ir más lejos, el 8 de julio el monasterio estrena el festival deMúsica Medieval de Sant Pere. Hasta el 8 de septiembre, ofrece cinco conciertos de música medieval para enriquecer la experiencia de la visita. Además, el 15 de julio empieza el 23è Festival de Música de Sant Pere, un evento que se alargará hasta el 26 de agosto y que contará con actuaciones de piano y música de cámara.

Para asistir a ambos eventos, es necesario reservar entradas con antelación.