Una escapada al Cap de Creus :: El Periódico

PAISAJE Y CULTURA

Una escapada al Cap de Creus

El parque natural ofrece maravillosas vistas, playas únicas y un extenso patrimonio arquitectónico con iconos como St. Pere de Rodes

Por Núria Bonet Icart

Villas y castillos medievales, playas recónditas con formas dalinianas, aguas cristalinas y viñedos al infinito. El Cap de Creus ofrece mil y un atractivos para el visitante. Dejarse llevar por su pasado histórico, por el relax que transmiten sus playas salvajes o degustar algunos de sus maravillosos vinos son algunos de los placeres que ofrece la punta norte de la Costa Brava.

El Cap de Creus es un parque natural que tiene la peculiar característica de ser marítimo-terrestre, es decir, que protege la península del cabo de Creus (unas 11.000 hectáreas) y su entorno marino (unas 3.000 hectáreas). Aquí se combinan acantilados abruptos, rocas oscuras surcadas por el viento y la sal, islas e islotes y calas recogidas. Entre el alocado viento de Tramuntana que le confiere un carácter especial, se pueden divisar especies biológicas endémicas y únicas en el mundo.

Dentro del parque del Cap de Creus encontramos también los municipios de Cadaqués, El Port de la Selva, La Selva de Mar, Llançà, Vilajuïga, Pau, Palau-saverdera y Roses. Todos ellos conservan el encanto de la piedra vieja y del paisaje agreste de la zona. Pero quizás la estrella sigue siendo Cadaqués, por su ubicación, por el armónico conjunto de casas encaladas y su característico campanario y por su aire de aldea marinera todavía intacto.

Entre los castillos y monasterios de la zona, hay que hacer un alto en el camino en Sant Pere de Rodes. Se levanta en una de las cimas de la sierra ofreciendo maravillosas vistas sobre el Mediterráneo. Es uno de los numerosos testigos de la arquitectura románica catalana, pero quizás es el más majestuoso. Ahora y durante todo un año, conmemora el milenario de la consagración de su iglesia con numerosos actos programados.

Recorrer sus caminos de ronda a primera línea de mar o seguir el Camino de Santiago son dos formas de ver esta impresionante costa sin olvidar ningún detalle.

En el Cap de Creus se concentran 97 calas y playas, la mayoría con sus míticos cantos redondos.


En contraste, la Bahía de Roses cuenta con 15 kilómetros de arena y calma, desde Roses hasta L’Escala.


Las ruinas de la ciudad grecorromana de Empúries ocupan 40 hermosas ha en Sant Martí d’Empúries.


Se celebra la XI edición del Tramuntanart, ua muestra de arte contemporáneo, del 25 de junio al 3 de julio..


PORTLLIGAT


Visitar el taller de Dalí

Este es el puerto natural de pescadores de Cadaqués pero cuando el artista Salvador Dalí se instaló durante buena parte de su vida, inspirando algunos de sus célebres obras, le dio todo otro sentido. Desde 1997, las barracas de Portlligat se convirtieron en la Casa-Museu Dalí. Aquí, el célebre pintor ampurdanés vivió y trabajó habitualmente hasta que, en 1982, con la muerte de Gala, fijó su residencia en el Castillo de Púbol. Se respira el aire del artista al pasear por sus estancias, con su decoración kitsch e incluso surrealista. Hay que reservar entrada previamente en www.salvador-dali.org

ENOTURISMO


El vino del Empordà

La Denominación de Origen Empordà se traduce en una gran cantidad de bodegas con una extensa oferta enoturística que incluye visitas a las instalaciones, comidas entre vides, estancias en bodegas situadas en bellos parajes naturales, tratamientos de vinoterapia, visitas a espacios museísticos de interés enogastronómico y numerosas actividades como kayak con degustación de vinos, visita a bodegas en bicicleta, catas a ciegas... Aquí la cultura del vino está muy arraigada y uno de los placeres es dejarse seducir por los que más saben y aprender sus entresijos divirtiéndose.