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Xavier Matilla:
“Barcelona a escala humana”

Arquitecto jefe del Ajuntament
Xavier Matilla
Arquitecto jefe del Ajuntament

Hablamos de una mejora global de toda la urbe

Barcelona se encuentra inmersa en un proceso de regeneración sistémica con el objetivo de hacer frente a los dos grandes retos urbanos: la justicia social y el cambio climático. A diferencia de otros momentos en los que la ciudad abordaba transformaciones de grandes ámbitos, asistimos a múltiples transformaciones distribuidas en todo el mapa urbano, de menor tamaño pero de gran ambición: hablamos de la mejora global de toda la ciudad.

Un conjunto de actuaciones que permiten avanzar hacia una ciudad más justa, más amable y más sostenible para todos: fomentando la proximidad, naturalizando la ciudad y consiguiendo las metas mediante procesos colaborativos. Fomentar la proximidad significa garantizar el derecho a la vivienda, incrementando y equilibrando en toda la ciudad el parque de viviendas públicas, construyendo más edificios, comprando fincas o aprobando nuevas normativas que permitan obtener cesiones obligatorias. También significa que todos los barrios estén bien equipados y gocen de usos diversos, combinando residencia y actividad económica. Que el espacio público sea un lugar amable, con menos contaminación, menos ruido y más seguro, pero también más confortable especialmente con aquellas personas más frágiles como son los niños y niñas y la gente mayor.


Naturalizar la ciudad quiere decir, en primer lugar, dejar de contaminar. Esto, en la ciudad, es sinónimo de reducir los vehículos contaminantes. Estamos avanzando hacia un nuevo modelo de movilidad que prioriza el transporte público, la bicicleta y el peatón. Un modelo de movilidad más eficiente, que contamina menos y que, muy importante, ocupa menos espacio. Por qué necesitamos redistribuir los usos en el espacio público: actualmente más del 50% del espacio público de la ciudad lo ocupan los vehículos. Estamos rescatando superficie de asfalto para destinarla a usos sociales y para incrementar los espacios verdes: protegiendo las escuelas, transformando calles en ejes verdes y cruces en plazas, transformando grandes avenidas.


Naturalizar quiere decir introducir el verde en cubiertas, fachadas y medianeras de edificios y preparar las infraestructuras para hacer una ciudad más resiliente.


Un proceso de regeneración que avanza como proyecto colectivo de ciudad, de forma colaborativa, mediante espacios de participación y nuevos instrumentos digitales como la plataforma Decidim que permiten definir y ajustar las propuestas de acuerdo con las verdaderas necesidades de vecinos y vecinas.


Un proceso de regeneración de acuerdo a un nuevo modelo urbano, reconocido y distinguido con la Capitalidad Mundial de la Arquitectura en el 2026,que equilibre la dimensión global de Barcelona con la escala humana de sus vecinos y vecinas.