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Mark J. Nieuwenhuijsen:
“No hay espacio para todos los coches”

Director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud en Isglobal
Mark J. Nieuwenhuijsen
Director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud en Isglobal

Actualmente el 60% del espacio público está dedicado a los vehículos privados

Texto: Anna Solà

Mark J. Nieuwenhuijsen, research professor, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud, y jefe del programa de Contaminación Atmosférica y Entorno Urbano, es una de las principales voces –y más críticas- sobre los efectos de la contaminación ambiental y la necesidad de impulsar políticas a favor del transporte público en Barcelona.

¿Qué cuestiones se pueden mejorar en cuanto al transporte público en Barcelona?

Dentro de la ciudad, la gente mayoritariamente utiliza el transporte público o va caminando, mientras que solo uno de cada cinco desplazamientos se hace en coche, algo que no supone un problema. El principal problema deriva de la conexión con el área metropolitana: no hay espacio en la ciudad para todos los coches que entran diariamente a Barcelona. Es necesario reforzar el transporte con estas poblaciones, en cuanto al número de trenes y la frecuencia, por ejemplo.


Las políticas de vivienda también están vinculadas con esta problemática: es muy caro vivir en Barcelona. Si la gente pudiera vivir en Barcelona, no tendrían que entrar desde otros lugares del área metropolitana para trabajar. Sería necesario estimular que la gente viva cerca de su trabajo. Y en relación con la covid-19, la gente aún tiene miedo de utilizar el transporte público, aunque no supone un gran riesgo para la salud siempre y cuando se lleven medidas de protección individual.


¿Qué ventajas presenta la ciudad para ir a pie o en bicicleta?

Aunque es grande, podemos considerar que Barcelona es una ciudad de 15 minutos, a semejanza de París. En gran parte de la ciudad podemos llegar a nuestro trabajo, ir a escuelas y asistir a eventos culturales en 15 minutos a pie o en transporte público. Sin embargo, también podemos mezclar la idea de la ciudad de 15 minutos con las superilles: ambos conceptos juntos son muy potentes, ya que con las superilles podremos conseguir más espacios verdes, más árboles en la calle y, por contra, reducir el asfalto. El resultado será una ciudad más saludable y habitable. Actualmente, el 60% del espacio público está dedicado a los vehículos privados: necesitamos más espacio para los peatones, las bicicletas y el transporte público.


¿Se imagina una Barcelona sin coches y motos?

Sí. Con más gente en bicicleta, caminando, una ciudad mucho más verde y más árboles en las calles. También con más techos verdes, paneles solares en los techos de los edificios.


Todo ello permitirá bajar los niveles de contaminación y ruido derivado del tráfico, que significan cerca de 1.000 muertes prematuras en la capital catalana.