El abismo que media entre la unión monetaria y la unión fiscal
La comisión de asuntos económicos y monetarios encauzó en la pasada legislatura la puesta en marcha de la unión bancaria, aún a falta de crear un fondo de garantía de depósitos europeos. Tras ese paso de gigante para la UE, la comisión parlamentaria encara ahora el reto de la unión fiscal, en plena crisis de identidad del proyecto europeo
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  El abismo que media entre la unión monetaria y la unión fiscal

No son buenos tiempos para imaginar nuevos pasos de gigante en el corto plazo en el trayecto de la construcción europea. La irrupción del euroescepticismo en el intenso calendario electoral europeo ha sumido al proyecto de la UE en un estado de shock, en una crisis de identidad que encuentra su diván en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo. La ECON (como se conoce a esta comisión en la jerga del Parlamento Europeo) es coautora del último edificio, aún inacabado, de la construcción europea: la unión bancaria; ahora es impulsora del próximo, el de la unión fiscal, en el que habita la ambición de quienes siguen apostando por un proyecto europeo fuerte.

Completar la unión bancaria, encauzar la unión fiscal, dar nuevas alas al ‘Plan Juncker’ de inversión y, sobre todo, desmontar el andamiaje de la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea al tiempo que se diseña un nuevo esquema de relaciones con el vecino británico tras el Brexit consumirán la agenda política de la ECON en lo que queda de una legislatura (hasta mayo del 2019) que se está mostrando poco prolífica en su tarea legislativa. Contribuir a poner coto a las prácticas de elusión fiscal de multinacionales y a la utilización de paraísos fiscales y avanzar en el diseño de una base imponible común del impuesto de sociedades son otras cuestiones que figuran en el radar de esta comisión integrada por 61 miembros; tres de ellos, españoles. Jonás Fernández está integrado en el grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas; Ramón Tremosa en el de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa y Ernest Urtasun, en el de los Verdes/Alianza Libre Europea.

El gran reto

“Completar el diseño de la Unión Económica y Monetaria es el principal reto que tenemos por delante”, valora el eurodiputado socialista Jonás Fernández. “La UEM no puede continuar sin un pilar fiscal que permita hacer frente a políticas anticíclicas en los estados miembros. La Unión necesita un presupuesto comunitario y un seguro de desempleo así como la posibilidad de emitir eurobonos” añade el eurodiputado miembro de la ECON. En su opinión, la actual legislatura europea, hasta mayo del 2019, “no debería concluir sin llevar hasta su recta final este debate”, previo a la adopción de nuevas normas comunitarias.

El proyecto suena ambicioso. Tanto, que la distancia entre la unión bancaria ya en marcha y la unión fiscal, no deseada por todos, se antoja como un profundo abismo en estos tiempos de desconcierto en el proceso de construcción europea.

Consenso español

Desde la óptica española, sí existe un amplio consenso político al respecto. “La mejor apuesta por una Europa cohesionada es la de la unión fiscal, por ese presupuesto comunitario que puede ayudar al conjunto de los países que en un determinado momento estén en una situación más difícil, y por los eurobonos, por que aquel que esté en una situación más compleja en un determinado momento tenga posibilidad de acceder a los mercados, cosa que, como todos ustedes saben, no se produjo a lo largo de la crisis que vivimos”, resumió el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, el pasado miércoles en su comparecencia ante el pleno del Congreso de los Diputados para informar sobre el Consejo Europeo de los días 9 y 10 de marzo.

Encarrilar el 'brexit' ocupará buena parte de la agenda de la comisión parlamentaria

Los partidarios de más Europa son conscientes de que avanzar en la unión fiscal exige un mayor grado de convergencia entre los estados miembros a partir de una serie de indicadores económicos de competitividad, distintos de los ya clásicos indicadores fiscales (déficit y deuda).

El tercer pilar de la unión bancaria

Antes que todo esto, la comisión parlamentaria debería contribuir a completar el diseño de la Unión Bancaria, que fue la respuesta que dieron las instituciones europeas a la crisis financiera de enormes dimensiones que afloró con la gran recesión. En el 2014 se puso en marcha el Mecanismo Único de Supervisión (MUS), un sistema integrado de vigilancia de las entidades financieras del que forma parte el Banco de España. En enero del 2016 empezó a estar plenamente operativo el Mecanismo Único de Resolución (MUR), la herramienta para evitar que futuras quiebras bancarias vuelvan a solventarse a costa del dinero de los contribuyentes. Falta por articular el tercer pilar: la creación de un fondo de garantía de depósitos.

El debate político para crear el fondo que debe garantizar a los ahorradores sus depósitos bancarios hasta 100.000 euros en caso de quiebra financiera languidece tanto en el Parlamento Europeo como en el Consejo Europeo, víctima de la resistencia de estados como Alemania u Holanda, reacios a poner más dinero en el proyecto común.

Resaca legislativa

La legislatura pasada (mayo 2009- mayo 2014) generó un auténtico “tsunami legislativo” recuerda el eurodiputado del actual PDCat Ramón Tremosa, que ya formaba parte de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios en los años en que la crisis financiera se encadenó con la de la deuda europea y, después, con la recesión antes de marcar los primeros compases de la recuperación ya en el 2014. “Cada diputado llevábamos entonces entre ocho y diez informes a la vez”, evoca. “Fue una legislatura muy seminal de cuestiones que ahora aún están a medio construir”, como es el caso del tercer pilar de la unión bancaria.

Pese a toda la energía consumida por la triple crisis, el Parlamento Europea nunca consiguió debatir en un pleno el rescate de Grecia, ni ninguno de los otros países que recibieron asistencia financiera (Irlanda, Portugal, Chipre y España), lamenta Tremosa. ¿Hay que interpretarlo como un agravio al Parlamento? “No, solo constato las limitaciones”, responde impotente el eurodiputado catalán.

Entre las tareas legislativas pendientes en la agenda de esta comisión parlamentaria figuran –además del desarrollo del fondo de garantía de depósitos- algunas cuestiones relacionadas con los mercados de capitales, relativas a los folletos de emisión, el nuevo modelo de titulizaciones “sts” (simple, transparente y estandarizado, por su sigla en inglés) y una adaptación a ello de los requerimientos de capital de las entidades financieras. La creación de un mercado europeo para los créditos morosos ('non performing loans') es otra de las cuestiones en cartera, según recuenta el diputado Jonás Fernández.

Galería de ilustres

La existencia de cierta “parálisis” legislativa no impide una actividad incesante en la ECON. La comisión es el único foro parlamentario al que acude a rendir cuentas el presidente del Banco Central Europeo (BCE). Mario Draghi comparece ante los eurodiputados de la ECON cada mes, para dar cuenta de sus decisiones de política monetaria y cada dos meses, para hablar de supervisión financiera.

Esta comisión también es la encargada de supervisar las decisiones de la Comisaria Europea de Competencia, Margrethe Vestager. El largo expediente de la Comisión Europea sobre Google y los extensos debates promovidos al respecto en la ECON le ha valido a Tremosa ser incluido en la lista de los 40 eurodiputados más influyentes por el medio estadounidense Politico (en el puesto 32).

Los eurodiputados Jonás Fernández, Ramón Tremosa y Ernest Urtasun están en la ECON

El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, es por su parte el interlocutor de la ECON en todo lo que tiene que ver con la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea y la aplicación de las reglas de gobernanza europea vinculadas al ‘six pack’ y al ‘two pack’ que sirven de guía al cumplimiento de las reglas fiscales, a la elaboración presupuestaria de los estados miembros, al seguimiento de los desequilibrios macroeconómicos de cada uno de ellos y a la vigilancia de las recomendaciones impuestas por la Comisión Europea a todos.

La relación del Parlamento Europeo con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, también se canaliza a través de la comisión de asuntos económicos, así como el diálogo con las autoridades reguladoras y supervisoras del sector financiero (EBA), los seguros (EIOPA) y los mercados financieros (ESMA).

Fiscalidad

El desarrollo de una base imponible armonizada del impuesto de Sociedades forma parte de la carpeta fiscal del Parlamento Europeo, así como el impulso de acciones contra el fraude fiscal, la utilización de paraísos fiscales, la elusión fiscal de las multinacionales o la reglas de relación especial que los estados ofrecen algunos de sus contribuyentes (‘tax ruling’). A pesar de que el Parlamento Europeo carece de competencia legislativa en materia fiscalidad, la función consultiva que sí ejerce cobra cada vez mayor relieve.

Así, por ejemplo, en enero el pleno del Parlamento decidió devolver a la Comisión Europea la lista negra de países vinculados al blanqueo del dinero y la financiación del terrorismo para incluir también territorios que facilitan la comisión de delitos fiscales.

El fraude transfronterizo del IVA fue objeto de una resolución en noviembre pasado para apoyar revisar las normas actuales del impuesto, que datan de 1993.

En el 2016 se celebraron importantes debates con diversos territorios o jurisdicciones fiscales como Andorra, Liechtenstein, Mónaco o Las Islas del Canal y multinacionales como Apple, Google, IKEA y McDonald's.