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Paula Vázquez destapa una cláusula inesperada en sus contratos de televisión que ha sorprendido a todos

La periodista comparte detalles de una cláusula personal que defiende su postura sobre la privacidad en televisión.

Paula Vázquez

Paula Vázquez / RTVE

Álvaro Muñoz

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Madrid
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Paula Vázquez se ha convertido en una de las figuras más destacadas en RTVE, liderando importantes proyectos televisivos en estos últimos tiempos. El pasado domingo participó en el programa ‘Al cielo con ella’ de RTVE Play, donde reflexionó sobre su trayectoria y los desafíos de su carrera.

Durante la entrevista, Henar Álvarez le preguntó si alguna vez había rechazado propuestas importantes, Paula fue clara. “Nunca he querido hacer corazón, me niego a hacerlo porque me parece que es lo más machista que hay”, confesó, explicando que siempre ha sido fiel a su postura. “Nunca he visto una revista donde en la portada haya un tío, y si lo hay es porque es el hijo de una famosa o el marido de una mujer conocida”.

En su reflexión, Vázquez recordó cómo la industria televisiva ha perpetuado desigualdades a lo largo del tiempo. “Me niego a juzgar la vida de una mujer, pero antes era muy normal”, lamentó. Sus palabras abrieron la puerta a un tema más profundo, al mencionar casos de mujeres profesionales que enfrentaron consecuencias injustas por cuestiones personales.

“Ángeles Martín, por ejemplo, era una tipa que venía de hacer un millón de cosas, pero salió en una portada haciendo topless y nunca jamás la volvieron a contratar en televisión. Algo muy parecido a lo que le ocurrió a Sonia Martínez”, recordó.

En otro momento de la entrevista, Vázquez compartió uno de los principios que aplica en su trabajo y que pocas veces había revelado con tanta claridad: “Yo tengo una cláusula de objeción de conciencia donde digo que no hablo de la vida privada de ninguno de mis concursantes. Así sea una persona que viva de las revistas. Me da igual”.

Además, la presentadora relató cómo esta cláusula surgió tras una conversación con una compañera: “Me dijo que era objetora de conciencia porque no editaba toros. Así que descubrí un lugar legal que podía pedir”. Este compromiso ético ha sido para Paula más importante que otras exigencias habituales en los contratos de televisión: “En realidad no pido cosas que serían más obvias como un camerino. Yo pido mi cláusula de objeción de conciencia. Yo sí creo en el entretenimiento”, aseguró.

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