Entrevista YOTELE

Gonzo, 20 años después del Prestige: "Hubo censura por parte del Gobierno"

laSexta emite esta noche el primero de dos especiales de 'Salvados' sobre la mayor catástrofe medioambiental de España

Gonzo

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'Salvados' retrocede este domingo (21:30 horas) hasta el año 2002 para analizar el hundimiento del petrolero Prestige frente a la costa de Galicia. Cuando se cumplen 20 años del mayor desastre medioambiental de España, el programa de laSexta reconstruye el accidente y desgrana la controvertida gestión de los hechos por parte del Gobierno de José María Aznar. En una entrevista con YOTELE, Gonzo avanza las claves del especial y recuerda cómo cubrió la noticia por aquel entonces.

¿Qué enfoque va a tener el especial de 'Salvados' sobre el Prestige?

Vamos a recordar lo que sucedió, pero no nos vamos a quedar ahí. Los protagonistas de aquellos días nos han contado la trastienda. Hemos hecho un análisis de la gestión no solo del accidente, sino también de la gestión comunicativa que hizo el Gobierno y de como respondió a la respuesta previa de la sociedad gallega y de todo el país. 

Da la sensación de que el Prestige le permitió al Gobierno del PP un ejercicio de cómo hacer las cosas ante una catástrofe para lavarse las manos y que nadie pague las consecuencias. Es alucinante ver la estrategia comunicativa que se siguió, eran puras fake news burdas. A la gente que veía la playa llena de chapapote, cuando miraba la televisión no solo le decían que la playa no estaba contaminada, le decían que estaba esplendorosa.  

¿Habéis conseguido testimonios de los dirigentes del PP que se encargaron de gestionar el naufragio?

Hicimos peticiones a todos y ninguno de los responsables políticos que había en aquel momento quiso atendernos, pero tenemos dos voces que representan al Gobierno. Uno de ellos es José Luis López-Sors, que era el Director General de la Marina Mercante en Ministerio de Fomento. Es decir, el enviado de Álvarez Cascos para dirigir la gestión y la única persona que en representación del Estado se sentó en el banquillo de los acusados. La otra persona es Rodolfo Martín Villa, que en enero de 2003 fue nombrado Comisionado del Gobierno para la gestión del Prestige. Vino a controlar los medios de comunicación y a ver cómo se gestionaban las ayudas que acabaron llegando a través del Plan Galicia. Álvarez Cascos, Matas, Cañete y Rajoy, principalmente, no quisieron participar en el programa. 

¿Qué fue lo que más te llamó la atención de esos días y lo que a día de hoy, 20 años después, te sigue sorprendiendo?

El paseíto que le dieron al barco por toda la costa gallega. Si el objetivo era contaminar más, les salió redondo. 20 años después sigo flipando. Escucharemos decir a López-Sors que ojalá venga otro Prestige para que se vea que lo que se hizo en ese momento es lo que habría que volver a hacer. Los hay que siguen convencidos de que esa fue la mejor decisión. A un barco que estando a 4 millas de la costa y que se podría haber metido en un puerto como refugio, lo pasearon primero en dirección noroeste, después en dirección sur y después en dirección suroeste.

"Me sigue flipando el paseíto que le dieron al barco por toda la costa"

Decía Jordi Évole en Twitter que es uno de los mejores 'Salvados' de la historia...

¡Hostia! Si hay alguien que puede hablar con criterio y conocimiento de causa de cuáles son los mejores 'Salvados' de la historia, es él. No seré yo quien enmiende la plana. En lo personal, como director, presentador y espectador, me encanta el programa. Creo que es un ejercicio periodístico maravilloso y si es de los mejores 'Salvados' de la historia lo tiene que decir Jordi. A mí me mandó un mensaje cuando vio el programa y me quedo para mí lo que pensé por dentro y lo que le dije al equipo. 

¿Será una única entrega?

Serán dos. La investigación que hicimos es muy potente. Viajamos a Grecia para intentar localizar al capitán del Prestige y se nos complicó un poco, porque al llegar allí nos dijeron que estaba muerto. Cuando vimos el material que teníamos, hablamos con la cadena y no hubo ningún problema en decidir que serían dos programas. 

¿Cómo cubriste la noticia por aquel entonces? Y en lo personal, como gallego, ¿cómo lo viviste?

Estaba trabajando en RNE en Lugo. Soy de Vigo y sabía que aquello acabaría afectando a mi ciudad, a gente que conozco y gente que quiero. Profesionalmente lo vivía al principio con cierta distancia, porque en los primeros días no afectó a Lugo. Luego me pilló de guardia cuando se notificó por primera vez que el chapapote llegaba a la Mariña Lucense. Tuve la suerte de ser el primer periodista que daba esa información y me sirvió para ver las consecuencias de dar ciertas informaciones en la radio pública. Al poco, un compañero de la emisora muy cercano al PP, que ni siquiera era mi jefe, me llamó para ver de dónde había sacado eso. Fue una cosa muy rara. Cuatro días después, El País publicó que López-Sors había enviado un fax a capitanías marítimas de toda Galicia para prohibir que los funcionarios hablaran con medios de comunicación. Como periodista que estaba empezando, aquello me impactó un montón. Hubo censura por parte del Gobierno a todo aquel que pudiera dar informaciones como la que me dieron a mí. 

En lo personal, la tristeza de ver lo que estaba pasando en mi tierra y la dureza de no poder ayudar al estar lejos, sentía cierta sensación de impotencia. Me hubiera encantado salir de la emisora y recoger chapapote, pero me resultó imposible. 

¿Qué sensaciones crees que va a provocar en la audiencia este 'Salvados'? Es un tema que las nuevas generaciones pueden desconocer...

Estamos seguros de que nadie podrá decir que no es un programa bien trabajado y elaborado. Entiendo que habrá gente joven, de 27 o 28 años, que tenga un recuerdo muy vago. Tengo la suerte de tener hijos y ayer, por ejemplo, cuando le contaba a mi hija la historia del Prestige se quedó flipada y con un cabreo tremendo. Cuando haces un ejercicio de revisión, quieres que no se olvide, que las generaciones que no lo vivieron sepan lo que pasó y el papel de cada uno de los actores en toda la trama. 

Una de las imágenes más llamativas de aquellas semanas fue la de Mariano Rajoy afirmando que salían "hilitos como de plastilina". ¿Se abordará de alguna forma en el programa?

Le preguntamos al que era conselleiro de Pesca en aquel momento y nos ha contado la intrahistoria de por qué Rajoy dijo eso. También lo que dijo cuando vio las imágenes y que no se correspondían con lo que acababa de decir. 

Cambiando de tema, empezásteis la temporada de 'Salvados' con Mario Conde. ¿Os costó convencerlo?

Nos costó bastante, básicamente por mi culpa. En 'El intermedio' había hecho un par de reportajes de cachondeo y Mario se acordaba perfectamente, pero nada que no solucionen dos gallegos sentándose a tomar un café. Ahí ya rompimos el muro de "con Gonzo no me siento". Luego ya tuvimos que encontrar el momento de que a él le viniese bien y que tuviese claro de lo que íbamos a hablar, como cualquier persona que se sienta en una entrevista así. Dentro de que nos costó, no puedo decir que nos lo puso difícil, todo lo contrario. No dio marchas atrás ni incumplió nada.

¿Cómo es en las distancias cortas?

No puedo decir nada malo de él. En primer lugar porque nos abrió las puertas de su casa para que unos tipos entrasen ahí y montaran un set para hacerle una entrevista. Es súper inteligente, tiene muchas historias que contar y mucho sentido del humor. Fue una experiencia muy grata.

¿Qué conclusiones sacaste como periodista de la entrega sobre Vox? Se escucharon testimonios muy impactantes...

Sabía más o menos lo que nos iban a contar, es parte del trabajo que hace el equipo. Me quedé con una sensación de satisfacción, me da igual que sea Vox u otro partido. Como periodista, me satisface mucho demostrar las incoherencias del poder. Y el poder político suele tener una grave incoherencia, que es apelar a la democracia, vivir de ella, pero luego sus estructuras internas son muy poco democráticas. En el caso de Vox había cosas que iban a mayores, como las dudas de su financiación o esa decisión inaceptable de meter neonazis en el partido para que traigan pasta. Viendo al día siguiente la reacción de Abascal, me quedé con la sensación de que hicimos lo que se espera del periodismo, contar lo que alguna gente no quiere que cuentes. 

Los seguidores del partido se revolvieron mucho por redes sociales como Twitter. ¿Llegaste a recibir algún ataque a nivel personal? De ser así, ¿les das importancia?

No les doy absolutamente ninguna importancia. Las veo, porque evidentemente estoy pendiente de todo eso, pero con el paso del tiempo y los buenos consejos del departamento de comunicación de la productora, se separa muy bien lo que son críticas constructivas de personas reales de los ataques organizados y virulentos de ejércitos de Vox. Cuando los partidos tienen esa maquinaria se les reconoce a todos desde el minuto uno, y eso lo he sufrido en 'Salvados' con todos los partidos. 

Las audiencias de varios programas de actualidad se están resintiendo, pero parece que 'Salvados' aguanta bien. ¿Qué valoración haces?

Acabamos de empezar y un partido se pierde o se gana cuando se acaba. ¿Que es mejor empezar marcando gol en vez de recibirlo? También es cierto. Por ahora, mejoramos las audiencias del año pasado y estamos contentos pero no satisfechos, hay que seguir trabajando. Si quieres repetimos la entrevista a mediados de febrero, cuando acabe la temporada, y ahí te digo las sensaciones con las audiencias. 

¿Puedes contar qué otros temas tenéis en cartera?

Puedo avanzar que, una vez que emitamos los dos programas del Prestige, haremos un programa sobre el Mundial de Catar coincidiendo con el día de la inauguración. De todo lo demás no puedo adelantar mucho más, pero sí te puedo decir que vamos a tener grandes nombres y grandes investigaciones sobre grandes nombres de este país. 

Imagino que en el programa de Catar pondréis el foco en el tema de los derechos humanos...

Sí, va un poco por ahí. Queremos intentar entender cómo la FIFA, a la que se le llena la boca hablando de valores humanos, luego le concede un Mundial a Catar después de jugar un Mundial en Rusia. Vamos a analizar eso y la cuestión de la esclavitud o semiesclavitud de muchos de los trabajadores que construyeron los estadios allí.