Sucesión de errores

Caos absoluto en el estreno de 'Sálvame Sandía', con Carlos Lozano indignado: "Esto es un pifostio, un despropósito"

La nueva versión del magacín de tarde de Telecinco ha llegado con poca o nula preparación y numerosos fallos técnicos

Momento de caos de 'Sálvame Sandía'

Momento de caos de 'Sálvame Sandía'

Redacción Yotele

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El estreno de 'Sálvame Sandía' no ha podido ser más desastroso. El enésimo intento de Telecinco para hacer frente a 'Pasapalabra' en Antena 3, ha resultado ser una caótica conexión con Carlos Lozano desde una playa de Benidorm para comentar noticias del corazón con diferentes ciudadanos de la localidad, que han aprovechado también criticar a los colaboradores del espacio.

El espacio ha contado con medios precarios para el directo, con solo un micrófono de mano que funcionaba y continuos fallos de sonido e imagen, que han provocado la absoluta indignación del presentador: "¿Que hable quién? ¡No oigo a Terelu!", exclamaba. "Esto es un pifostio, un despropósito", decía cuando pensaba que no se encontraba pinchado, pero en realidad sí que lo estaba. "¡Que alguien me avise, por favor!", suplicaba al equipo técnico presente en la localidad.

Cuando ya se sabía en directo, intentaba mantener la compostura con poco éxito. La poca preparación con la que ha contado 'Sálvame Sandía' quedaba evidente con algunos de los contenidos e invitados, que pasaban de la ácida crítica a directamente los insultos. Una mujer no dudó en atacar a Rocío Carrasco con argumentos cargados de ignorancia, sin que nadie los rebatiera: "Es tonta, los papeles se los ha sacado de la manga".

No obstante, el gran acierto de la tarde vino con Antonia, otra espectadora del espacio que se acercó al set del programa para dar sus opiniones con acidez, sensatez y simpatía, algo que fue aplaudido desde el plató de Madrid. "Qué arte, ha nacido una estrella", dijo Terelu Campos.

Para terminar, los responsables de La fábrica de la tele todavía se guardaban un último golpe (bajo) de efecto, en este caso para la hija de María Teresa Campos, aprovechando que se encontraba presentando en solitario desde Madrid. Pese a haber llegado a un acuerdo para no coincidir con Pipi Estrada en el plató de Telecinco, optaron por organizarle una encerrona y llevar al periodista deportivo a Benidorm, para forzar un encontronazo con ella. Algo que finalmente no ocurrió.