Entrevista YOTELE

Nerea Barros y Luis Zahera: "El rodaje de Operación Marea Negra fue una locura"

Hablamos con los actores sobre la ficción que estrena Prime Video

LUIS ZAHERA Y NEREA BARROS

LUIS ZAHERA Y NEREA BARROS / 20Minutos

Carlos Lourenço

Carlos Lourenço

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Amazon Prime Video estrenó el viernes 25 de febrero 'Operación Marea Negra', una ficción rodada en Galicia basada en hechos reales. Nerea Barros y Luis Zahera son dos de los actores que hacen presencia en esta ficción, compuesta de 4 capítulos que narran una historia a través del Oceáno Atlántico. En YOTELE hablamos con los actores sobre la nueva ficción de la plataforma.

Contadnos, ¿qué vamos a ver en 'Operación Marea Negra'?

Nerea Barros: Una historia basada en hechos reales, que yo nunca había oído. Nando (Álex González) es el protagonista y siempre ha tenido control en el mar con embarcaciones gracias a su abuelo, con el que siempre ha trabajado. Nando tiene necesidad de vivir de otra forma. Su primera aspiración fue siempre el boxeo, pero se da cuenta que está en un momento en el que no es el idóneo para seguir con ello. Hay una parte de su familia que se dedica al narcotráfico y, mi personaje, le ofrece poder desarrollarse y hacer realidad sus aspiraciones desde ahí. El narcotráfico parece un dinero fácil pero no lo es, porque pones en riesgo tu vida.

 

¿Cómo describiríais vuestros personajes?

Luis Zahera: Yo soy el entrenador de nuestro joven protagonista y me dedico al boxeo. Tengo una gran relación con él, de cariño y hay momentos en los que le abro los ojos para que se meta en un mundo en el que creo que tendrá más posibilidades. Mi papel es algo muy sutil y pequeño.

N. B: Mi personaje es el de Gema, una chica que tiene una empresa de transportes y se dedica al narcotráfico con su padre. Ella lo ha mamado desde pequeña y, además, ella se ha formado en varias ramas para poder llevar una empresa. En teoría, el jefe de todo es su padre, pero realmente la que controla todo es Gema.

¿Os sentís, de alguna manera, identificados con vuestros personajes?

L. Z: Me encanta la figura del entrenador, yo hice atletismo unos años y recuerdo el cariño y aquel paternalismo que sentía entonces.

N. B: Cuando creas un personaje, no puedes juzgarlo desde el principio. De alguna forma, incluso si se tratara de un psicópata, tiene un porqué de hacer lo que hace. Gema es una persona a la que admiro y compartimos muy pocas cualidades, aunque hay algunas que tiene que me encantaría tener. Ejerce un poder a su alrededor energético, porque no te deja indiferente y sabe qué hacer y qué decir en cada momento.

¿Os ha costado crear vuestro personaje?

N. B: Yo me tomo esto como un reto, no me gustan las cosas fáciles. Siempre he arriesgado. Poder construir una persona desde cero que tiene cualidades de ti que tú no tienes es un aprendizaje constante. El personaje al que interpreto en ‘La novia gitana’ no tiene nada que ver conmigo, pero me siento muy a gusto haciéndolo. Un artista si se acomoda se queda estancado, si no lo hace puede evolucionar hasta lugares que no se imaginaría. Si creces a nivel artístico también lo haces en lo personal.

L. Z: Estoy completamente de acuerdo con Nerea. En mi caso, a mi siempre me han dado papeles de malo y hay que intentar salir de tu zona de confort e intentar arriesgar. Si siempre actúas con papeles parecidos igual puedes llegar a aburrir al público. Muchas veces las productoras quieren ciertos clichés de personas.

¿Qué nos podéis contar sobre el rodaje?

N. B: A mi el rodaje me ha salvado la cabeza. Me pilló en un momento crudo porque mi padre estaba a punto de fallecer. Cuando entraba en el set de rodaje se me olvidaban todas las preocupaciones. La familia de ficción son amigos y me he unido mucho a ellos. Estuve muy centrada y focalizada en el personaje.

L. Z: Yo estuve muy poco tiempo durante la etapa de grabaciones porque tenía también otro tipo de compromisos, pero resaltaría que rodé mi escena donde empezó todo aquello de Sargadelos, en el laboratorio. Me trajo muchos recuerdos de cuando era más joven. Fue una localización muy especial para mí.

Galicia fue como rodar en casa…

L. Z: Claro, es nuestro territorio (risas).

N. B: Fue muy especial tener a nuestra gente allí. Había gente de la zona, pero también había veraneantes que se acercaban a curiosear. Trabajar en Galicia, y más en el momento en el que estaba yo emocionalmente, fue muy guay.

¿Cómo se hicieron las escenas con el submarino?

N. B: Se graba tanto en plató como en el mar. La gente se quedaría alucinada con el plató que se montó, fue una locura de envergadura titánica.