Entrevista YOTELE

Tony Aguilar: "Compartir Eurovisión con Blas Cantó es un círculo que la vida va cerrando"

Hablamos con el locutor y comentarista del festival en TVE sobre la final de este sábado y la candidatura de España, entre otros asuntos

Tony Aguilar en el escenario de Eurovisión 2021

Tony Aguilar en el escenario de Eurovisión 2021 / RTVE

Redacción Yotele

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Tony Aguilar ya se ha convertido en uno de los referentes del Festival de Eurovisión en España. A pesar de que aterrizó en 2018, el locutor de Los 40 se ha ganado un hueco en el corazón de muchos eurofans con el cariño que trata al certamen musical. Esta noche, cierra la que ha sido su tercera edición como comentarista con una final muy abierta en la que, ahora más que nunca, cualquier cosa puede pasar. YOTELE habla con Tony Aguilar sobre la final de Eurovisión 2021 y la candidatura de Blas Cantó, entre otros asuntos.

Esta es la tercera edición que retransmites para TVE, ¿qué balances haces?

Todavía soy el chico nuevo de la oficina, pero, poco a poco, me voy dando cuenta de que me va conociendo más gente a nivel de compañeros de otros años o gente de la organización. Me siento cada vez más como en casa.

¿Cómo está siendo la experiencia en Róterdam respecto a otros años?

Por la parte de los comentaristas, no hay mucha diferencia, ya que no tenemos tiempo material ni para salir o hacer turismo, pero sí que este año tenemos un control de burbuja muy estricto. No nos dejan salir a la calle y tenemos que pasar cada 48 horas un test. Hay que comprender que si alguien da positivo, toda la delegación entra automáticamente en cuarentena, y eso sería un problema. Fíjate lo que le ha pasado a Islandia.

Julia Varela me comentaba que algo positivo de este parón es que el nivel ha aumentado, ya que muchas delegaciones se han repensado sus candidaturas. ¿Opinas lo mismo?

Sí. Creo que el barbecho del 2020 le ha venido muy bien al festival para prepararse mejor las candidaturas. Hay países que estaban muy seguros de sus apuestas y que, como no podían repetir, han calcado las canciones, pero la gran mayoría han sido para mejor y se nota en el nivel. El otro día, en la primera semifinal, hubo actuaciones que me dieron mucha pena que no pasasen. Croacia, por ejemplo, era un tema buenísimo, y cayó eliminado.

¿Tenemos una final muy abierta?

Hay mucho nivel y la final va a estar reñidísima. Todos tenemos claro quiénes son los favoritos, pero es que es tan complicado. Los jurados solo pueden votar a 10 países.

Hay varios favoritos este año. Está Francia, Italia, Malta, Suiza, Chipre…

Este año, hay un pique entre cinco, y eso le da calidad y emoción al festival. También me gusta que haya miembros del Big5 entre los favoritos. Estaría muy guay que alguien del sur de Europa también opte y gane este Eurovisión.

¿Tienes alguna favorita?

A mí Måneskin (Italia) me encanta, pero ganadora veo más a Barbara Pravi. (Francia) Es maravillosa. Es como Édith Piaf. Sobre el escenario, la actuación es tan sobria y elegante a la vez. Es como lo que pasaba con Salvados Sobral pero, por ejemplo, tras los ensayos yo me despertaba con el ‘Je me casse’ de Destiny (Malta) en mi cabeza. Esa canción es un éxito. En la radio es un bombazo.

¿Ves alguna otra canción que pueda sonar mucho durante este verano en el que, supuestamente, vamos a recuperar algo de normalidad?

Junto a ‘Je me casse’, ‘El diablo’ de Elena Tsigranou (Chipre).

En España, el documental de Rocío Carrasco ha hecho que el público haya conocido más a dos canciones como son la de Suiza y Francia por haber sido su banda sonora. ¿Crees que esto afectará en la votación de España?

Sin lugar a dudas. Me ha encantado que Mediaset haya dado promoción a Eurovisión. Está claro que dentro de la redacción de ese programa tiene que haber uno, dos o varios eurofans. En otros años, el gran público, se espera a conocer las canciones, este años, sabemos que por lo menos tres les sonara.

También hay que destacar que, a parte de sonar en los programas de Mediaset, la canción es preciosa. Gjon tiene un acting muy chulo y la canción va creciendo por momentos con esa emoción similar a la que tenía ‘Arcade’. Por otro lado, VICTORIA (Bulgaria) también tiene un tema con el que va a conectar con el corazón de la gente porque está dedicada a su padre, que tiene la enfermedad de la ELA.

Llegamos a Róterdam gracias a la victoria de Duncan Laurence, ese ‘smalltown boy’ que emocionó con ‘Arcade’. Para que luego digan que Eurovisión hunde carreras…

Es el príncipe de Holanda. Lo han visto 200 millones, hizo promoción en Estados Unidos, le dieron la certificación en la gala después de conseguir el billón de reproducciones en streaming… Con él se ha hecho muy bien, más que con el resto de ganadores de los últimos años.

Precisamente, Duncan dijo en una entrevista realizada en 2019 que Blas no debería una balada para ir a Eurovisión. ¿Ha sido una buena elección ‘Voy a quedarme’?

El público ha hecho una buena elección porque era la canción que él también quería llevar. Se presentaron dos temas, pero, viendo cómo está configurada la final con los temas up-tempo, ¿‘Memoria’ hubiera destacado? Yo creo que no. Es un buen single, ¿para destacaría tanto en Eurovisión como ’Voy a quedarme’? Como Blas siempre ha sido perfección vocal. Como, además, él quiere cantar eso porque le sale del corazón, pues esa es la canción. No hay más. Ahora hay que ir a muerte con ella.

Lo que no puede ser que estemos pensando todo el día en la competición y en que hay que ganar. La gente que dice eso, ¿se ha parado en lo complicado que es vencer el certamen? Los jurados solo pueden votar a 10. Lo fácil es quejar por quejarse, pero lo difícil es actuar delante de 200 millones de persona, cantar bien y representar a tu país.

Conoces a Blas Cantó desde muy pequeño. Tú lo presentaste en una gala ‘Veo, veo’ de principios de los años 2000 y lo has acompañado en gran parte de su carrera musical. ¿Qué significa para ti acompañarlo en uno de sus mayores sueños?

Estar aquí a su lado y compartir esto con él en Róterdam son círculos que la vida va cerrando. Empezamos allí, continuamos con Auryn y ahora estamos aquí cumpliendo su sueño pero, pase lo que pase, cuando volvamos a España, hay que seguir trabajando. Hay que seguir pensando en el futuro.

¿Cómo has visto la evolución de los ensayos?

El de ayer fue espectacular. Fue el mejor pase que hizo durante el ensayo que hizo con público de la calle. Lo di todo. Se emocionó muchísimo. La canción le quedó perfecta, el falsete le salió muy bien y el público aplaudió tres veces espontáneamente durante la actuación. Se me saltan a las lágrimas. Son muchos meses y, a veces, la gente es dura. Cuando las personas no están intoxicadas por opiniones de fuera, se emocionan escuchando la canción.

A nivel personal, ¿cómo lo has visto en estos días?

No te voy a negar, y todo el mundo lo ha visto, que algunas cosas que han sucedido no le han sentado bien. Ha sido heavy que ciertas personas se pongan a reírse de la perdida de un familiar. ¿Dónde se han dejado la empatía y la humanidad? Debe hacer mucho frío para que seas una persona muy fría. ¿A dónde vamos a ir a parar?

A veces la gente se pasa, y mucho además...

El otro día, puse en redes que el ángel caído no estaba en Róterdam, si no en un plató de Noruega. Hubo gente que entiendo que yo me metía con TIX cuando no para nada era así. Estaba utilizando del titulo de su canción (‘Fallen Angel’) para hacer una analogía de la maldad y expresar que la gente mala no estaba en Róterdam, sino en ese estudio de televisión. Eso es lo que yo quería decir cuando puse eso. Aún así lo tuve que explicar con la rabia que me da estas cosas. Llevo 30 años trabajando en un puesto en la que me conocen muchas personas. ¿De verdad creen me voy a ‘vengar’ de un comentario metiéndome con un cantante? Yo estoy aquí para dar energía positiva y comentar un festival de canciones, no para meterme con alguien ni hacerle daño. La gente entiende lo que quiere.

A parte de este tema, mucha gente opina que España debería elegir a su representante en Eurovisión con un formato tipo Melodifestivalen, ¿crees que algún día podríamos hacer un formato así?

Para mí seria un sueño. Ver un Palau Sant Jordi o Wizink Centre con una selección de artistas participante en una preselección para elegir al representante sería un sueño hecho realidad. Llegar a un Melodifestivalen sería llegar a la máxima expresión de las selecciones nacionales porque requiere varios años de experiencia. De antemano, hay que ser realista y empezar poco a poco. Igual no como el formato sueco, pero sí tener una preselección e intentar acercarse a la perfección de un concurso que tiene más audiencia que el propio Eurovisión. Allí paraliza el país. Es comparable a cuando 'OT' llegó a nuestro país.

Hace poco salió el EGM y volvió a convertir a ‘Del 40 al 1’ en líder de las mañanas de los sábados, además con subida. ¿Cómo valoras esta subida?

Imagínate lo que significa para mí después de 30 años en Los 40. Que tu programa crezca en tu EGM en el que ha habido una bajada generalizada de las musicales… Estoy muy agradecido a la fidelidad de los oyentes el sábado por la mañana. Ya tienen a ‘Del 40 al 1’ como su referencia para hacer la casa, ir a comprar… Nos hemos convertido en el clásico de los sábados musicales por excelencia. Siento mucho amor por el programa.

A mí me sigue poniendo la piel de gallina pensar que el sábado me levantó para ir hacerlo, y han pasado 30 años. No pierdo el norte sin pisar el suelo. Entro por la puerta con alegría cada vez que hago el programa. La gente también nos transmite esa energía positiva, las ganas y la emoción de ver quién subo o quién baja. Es mi vida. Nací para lo que soy. Lo hago con todo mi corazón, y creo que eso lo agradece.

También me imagino que has echado de menos los eventos de música en directo como el ‘Coca-Cola Music Experience’ o los conciertos que Los 40 organiza en muchas ciudades. ¿Hay planes de cara a este verano de retomar alguna cita?

Pues mira, tenemos el ‘Primavera Pop’ el próximo 18 de junio con todas las entradas vendidas ya. Vamos a tener el mismo aforo que en el Rotterdam Ahoy con el Festival de Eurovisión, pero, aparte de ese evento, también ya estamos preparando otros.

Además, también soy el director artístico de un festival en Benicàssim, que se llama Mar de Sons. Tendrá lugar en la primera quincena de agosto con todas las medidas de seguridad anti covid. Ya veremos si con mascarilla o no. Haremos lo que nos determinen las autoridades.

Había muchas ganas, ¿no?

Por supuesto. La conexión con el público la tenemos ahí. Cuando te subes al escenario, la gente te carga las pilas de energía para todo un mes.