Antonio desvela en 'First Dates' la reacción de su padre cuando le dijo que era gay: "Fue un punto y aparte"

Muchos comensales llegan al restaurante de 'First Dates' dispuestos a encontrar el amor después de pasar momentos muy duros. Este es el caso de Antonio, un camarero y artista madrileño de 29 años, que se liberó al contarle a Carlos Sobera cómo fue la reacción de su padre al decirle que era gay, orientación sexual que hizo pública por primera vez en el programa: "Nunca he hablado con mi familia de mis gustos sexuales. Se lo conté solo a mi padre y no le sentó nada bien".

"Yo era su ojito derecho y eso fue un punto y aparte entre nosotros. Él está allí y yo aquí. Nos hemos criado en un barrio gitano y creo que mi padre tiene un poco esa cultura", narró el joven nada más llegar al restaurante, añadiendo que le costó aceptarse a sí mismo: "He llegado a pensar que era "rarito" y me he preguntado por qué no me podían gustar las mujeres y ser padre. Me costó asimilar que podía ser feliz de otra manera siendo como soy".

Posteriormente, Antonio conoció a Lucky, un estudiante y camarero de 24 años que llegó al restaurante un tanto nervioso porque también iba a vivir una situación similar a la suya: "Ellos sí saben que soy homosexual, pero sobre todo es el hecho de que lo sepa más gente. Mis padres son filipinos y no lo aceptan por razones religiosas, pero yo sí que me acepto y me quiero".

A pesar de que los dos tenían los ojos tapados, lo cierto es que ambos tuvieron muy buen sintonía desde el principio de su cita, fluyendo por sí sola, ya que tuvieron conversaciones distendidas y encontraron muchos puntos en común. "Me ha dicho que tuvo problemas de peso en su momento. Creo que todos que hemos tenido un episodio de este tipo en el pasado nos acaba persiguiendo y no queremos volver al pasado. Pienso que es una persona totalmente diferente", aseguró Antonio.

La gran conexión que tuvieron fue determinante en 'La decisión final' de ambos. Tanto Antonio como Lucky mostraron su interés en tener una segunda cita para conocerse mejor, algo que se mantuvo una vez que se quitaron la máscara de los ojos.