ENTREVISTA YOTELE

Ana Rosa Quintana: "Las etiquetas son injustas porque nadie sabe lo que pienso ni lo que voto"

La periodista concede una entrevista a YOTELE para hablar de cómo está viviendo la crisis del coronavirus y de su opinión sobre la labor de la clase política en esta situación. Además, responde a quienes le acusan de blanquear a la extrema derecha

Ana Rosa Quintana

Ana Rosa Quintana / periodico

Ricky García

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Los periodistas se han convertido en un servicio esencial para trasladar a los ciudadanos toda la información referente al coronavirus, que desde hace casi mes y medio tiene a más de medio mundo confinado para intentar controlar su expansión. Ana Rosa Quintana es de las que está al pie del cañón desde el principio de la crisis para mostrar a los espectadores la realidad de la pandemia a lo largo de cinco horas de programa en directo, analizando los movimientos del Gobierno y de la oposición política, sin dejar de dar voz y calor a personas anónimas que están perdiendo a sus familiares y ni siquiera pueden despedirse de ellos. 

En YOTELE, líder de audiencia desde hace ya 15 temporadas consecutivas, para conocer cómo está viviendo esta situación y su opinión sobre la labor de la clase política. Además, responde a quienes le acusan de blanquear a la extrema derecha y cuestionan la presencia en su tertulia de personajes controvertidos como Eduardo Inda o Juan Carlos Monedero.

Tras un par de días de ausencia, has vuelto a ponerte al frente del programa. ¿Cómo está tu garganta?

Ha sido una afonía. Todos los años con la alergia estoy unos días con la voz un poco tomada. Ahora, con el coronavirus, prácticamente todo el programa reposa sobre mi. Son muchas horas, mucho estrés y este año no he parado por Semana Santa. Al final la garganta dice que hasta aquí. 

¿Presentar un programa de actualidad diario te permite desconectar en algún momento?

Estos días está siendo más difícil que nunca desconectar. No puedes, tratamos temas muy duros y hay mucho estrés emocional. Ahora estoy pendiente de la información casi las 24 horas del día. Cuando me levanto, sobre las 5:45 horas, ya estoy con los primeros informativos y me acuesto sobre las 23:30 horas de la noche, cuando terminan las tertulias de la radio. Y encima ahora somos muchos menos en el programa, creo que fuimos de los primeros que empezamos a dividir el equipo, con lo cual todo se complica. Está siendo todo muy raro.

Sin dejar de informar de todo lo que ocurre en torno a la pandemia sanitaria, habéis vuelto a abriros unos minutos al día a contenidos de entretenimiento...

Hemos querido aprovechar que estamos empezando la desescalada para abrir un poco el programa, también contando que hay gente joven en casa, para que puedan ver otros contenidos que no sea la actualidad puramente informativa. Hemos recuperado a Joaquín Prat un ratito para hablar de temas más ligeros como 'Supervivientes' y terminamos el programa con un último bloque de actualidad de media hora, un face to face entre dos tertulianos para analizar las últimas noticias que han ido surgiendo.

A juicio de muchos, los políticos están teniendo una actitud bastante decepcionante en la gestión de la pandemia. ¿Estás de acuerdo? 

Creo que deberían bajar el tono. En una situación como la que estamos viviendo, una emergencia sanitaria nacional con todos metidos en su casa, la gente está preocupada por la salud y por su trabajo futuro. Deberían ponerse de acuerdo. El primero que debería extender la mano es el Gobierno, la oposición cogerla y salir todos juntos. Pero no lo veo...

¿Cómo crees que debería desarrollarse esa lucha contra la pandemia de manera conjunta?

Creo que hay que hacer un ejercicio de unión, como se está haciendo en otros países. Y para que eso ocurra, el presidente tiene que tender una mano sincera, llamar al líder de la oposición, a los sindicatos, a las comunidades autónomas... pero no para comunicar lo que va a hacer o lo que ya ha aplicado, sino para consensuar medidas y colaborar de manera directa. Espero que en algún momento se haga. 

Cada día das voz a muchísimas personas que, de una manera u otra, se están viendo afectadas por el coronavirus.

Es muy duro lo que están pasando las familias. En el programa intento estar más cerca de los ciudadanos que sufren que de los políticos, aunque no podemos dejar de prestar atención a lo que dicen los políticos, sobre todo en días de sesión de control al Gobierno. Es importante conocer de primera mano lo que le está ocurriendo a muchísima gente y que ellos se sientan escuchados.

¿No te resulta terrible que los políticos se tiren los muertos a la cara los unos a los otros?

Eso es lo peor que está pasando. No es el momento de señalar quién es el responsable de los muertos. No se debe, ni ahora con lo que estamos pasando ni en el momento en el que ocurrió el YAK-42 o el 11M. A los muertos lo único que tenemos que hacer es rendirles homenaje, enterrarlos con dignidad y recordarlos siempre.  

Parece evidente que no es el momento de ajustar cuentas, aunque lo estén haciendo...

Habrá tiempo cuando pase todo esto de analizar qué se hizo bien y qué se hizo mal. En qué se equivocaron y en qué se llegó tarde. Pero ahora hay que unir todas las fuerzas para salir adelante. Lo que pasa es que no sé si es posible, porque la oposición también tiene que ayudar al presidente. Los Estados de alarma van saliendo adelante gracias a la colaboración de todos. 

Tú has sido muy crítica con el Gobierno...

No, yo he sido crítica con algunas medidas que han tomado, pero no con el Gobierno. Fui la primera que dije que, cuando alguien está al mando de la nave, no conviene dispararle en las piernas. Entiendo que todo es muy complicado y que el tiempo y las situaciones están arrollando al Gobierno. 

¿Quién crees que lo está haciendo peor en el Gobierno?

El Ministerio de Sanidad, que estaba muy vacío de contenido desde hace 20 años porque estaban transferidas todas las competencias. El ministro se dio cuenta tarde, no tengo ninguna duda. Hubo avisos de la OMS pero se reaccionó tarde y de repente ha llegado un tsunami.   

En un programa de 5 horas está más que justificado equivocarse. ¿Cuál es el mayor error cometido recientemente que reconocerías?

Miles, es muy complicado estar 5 horas delante de una cámara y no cometer ningún error. Asumo mis errores y los ajenos, que asumo como propios. 

¿Es posible para un periodista trabajar sin que se señale su tendencia política? 

Me parece injusto que a los periodistas que queremos dar información intenten ponernos una etiqueta. A quien lo hace le digo que no sabe lo que pienso, ni lo que voto, ni lo que voy a votar. Ahora resulta que porque me pongo un lazo negro soy de derechas. ¿Qué estupidez es esa cuando se trata de un gesto de respeto con las personas que han fallecido? 

Hay varias críticas recurrentes hacia ti. La mayor de todas, que blanqueas a la extrema derecha.  

Eso lo dice gente que están en el otro lado. Y desde la extrema derecha me han criticado por tener a Monedero sentado. Eso me hace libre. Está todo tan polarizado que es muy difícil entender que todo el mundo tiene derecho a opinar y que todas las opiniones tienen gente que les representan. Pero eso enriquece.

¿Qué le dirías a quien critica que tengas en tu programa a Eduardo Inda?

En mi programa están representadas absolutamente todas las sensibilidades. Lo que no consiento es que nadie me diga a quién tengo que sentar en la mesa y a quién no. En mi programa tengo gente tan distinta como Esther Palomera, Juan Carlos Monedero, María Claver o Eduardo inda. Y todo el mundo habla con libertad. Me encantaría que ocurriera lo mismo en todos los sitios. 

No puedo evitar preguntarte por el denominado "Merlos Place". El protagonista del culebrón, Alfonso Merlos, es tertuliano de tu programa. ¿Qué opinas?

Los triángulos han funcionado de toda la vida en la tele y en la literatura. Comenzó como un folletín, como decía Joaquín Prat el otro día, pero tampoco me parece que sea justo destruir a una persona. Estamos hablando de su vida privada, que lo ha hecho mal, lo ha reconocido y ya está. Merlos venía ese día al programa y le pregunté porque creía que había sido de interés durante todo ese fin de semana. Pero no creo que vaya a seguir mucho más con este tema con casi 25.000 muertos encima de la mesa.

Aparte de lo grotesco de la situación, no le deja en muy buen lugar en cuanto al cumplimiento del confinamiento se refiere...

Yo le pregunté, pero realmente tampoco sé si lo ha estado cumpliendo ni si está viviendo con esta chica ni desde cuándo. 

¿Era quizá la vía de escape que necesitábamos?

Había mucha necesidad de salir del agobio y de la tristeza que estamos viviendo desde hace ya muchísimos días y entrar en otros asuntos, pero todo tiene un límite. Me da pena que una pareja se haya roto pero hasta aquí hemos llegado, esto ocurre todos los días. Merlos no era mediático y oficializaron la relación porque no tenían más remedio, estaban sentados en el mismo programa. 

Tras ese primer momento de charla con Merlos, fue muy divertido cómo recogió el testigo Patricia Pardo: "Seguimos con más insolidarios..."    

Fue sin querer (Risas). 

Por cierto, detecto algún que otro zasca de Risto Mejide hacia ti en los últimos tiempos. ¿Ha ocurrido algo con él que no sepamos?  

Risto es Risto. Y de la misma manera que un día te dice una bordería, al día siguiente te da un abrazo.

¿A veces es mejor tener poca memoria y poco rencor?

Sí.