TRAS SER DESAHUCIADA

Paquita de Mónaco reaparece en 'Sálvame' para hablar de su dramática situación: "Duermo en la calle"

La tía de Adans Peres, exmarido de Estefanía de Mónaco, heredó una deuda de 35.000 euros tras la muerte de su hija

Paquita de Mónaco

Paquita de Mónaco / periodico

Redacción Yotele

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Paquita de Mónaco se convirtió en uno de los personajes más populares de la prensa rosa durante la década de los 2000 por ser tía de Adans Peres, el acróbata que estuvo casado con la princesa Estefanía de Mónaco. Aunque en su día mantuvo una estrecha relación con el mundo de la televisión, acudiendo como invitada y colaboradora a distintos platós, la situación de Paquita ha cambiado por completo y en la actualidad está viviendo en la calle junto a su marido.

La propia Paquita ha reaparecido esta semana en 'Sálvame' para compartir el dramático estado en el que se encuentra. "No estoy bien. Tengo 73 años y peso 39 kilos", comenzó diciendo tras reencontrarse con Jorge Javier Vázquez. La mujer relató que ha llegado a este extremo por "circunstancias que me han venido mal". "Tuve una hija que estaba enferma y se murió, y mi otro hijo también murió de lo mismo", contó este miércoles en Telecinco. 

Durante su reaparición ante las cámaras, Paquita desveló que el principal motivo que la ha llevado a vivir en la calle es la deuda que dejó su hija: "Una noche me llamó un número privado y me dijeron que debía 35.000 euros. Me pidieron que no fuera a la policía y me amenazaron, diciendo que si no pagaba me mataban a mí y a mi nieta".

"No sé lo que hizo mi hija", lamentó la mujer, que a pesar de tener hermanos no mantiene ningún tipo de contacto con ellos: "Ni me hablan, no sé por qué". Para intentar hacerle frente a la deuda, Paquita se vio obligada a pedir préstamos a los bancos. "Me desahuciaron el año pasado", relató ante Jorge Javier y sus colaboradores.

Durante los meses de invierno, Paquita vive en un albergue pero también se ha visto obligada a pasar las noches a la intemperie: "Mi marido y yo nos metemos donde no hace frío y nos acurrucamos". Además, comentó que se asea en los baños de una estación de tren y que acude a un comedor social.