ANÁLISIS YOTELE

'Todo es mentira' coge ritmo en contenidos y se acerca peligrosamente a 'Zapeando'

El programa de Risto Mejide ha experimentado una trayectoria ascendente desde su estreno, pasando de un 3,1% de media en enero a un 4,2% en abril

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Sergio L. Merillas

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Poco a poco y con paciencia, 'Todo es mentira' va encontrando su hueco en las tardes de Cuatro. El programa capitaneado por Risto Mejide nació con el complicado objetivo de levantar las desastrosas audiencias de la franja de sobremesa y parece que va por el buen camino, a juzgar por la trayectoria que ha seguido desde su llegada a la parrilla. Durante las últimas semanas, el formato se ha acercado en varias ocasiones al 5% de cuota de pantalla y amenaza con comerle terreno a 'Zapeando'

El punto de inflexión de 'Todo es mentira' lo encontramos en el mes de abril, donde acumula un 4,2% de share, lo que supone 1,1 puntos más que en enero (3,1%). Si bien en marzo superó de forma puntual el 4% de cuota de pantalla en algunas de sus entregas, ha sido durante las últimas semanas cuando el programa de Risto ha entrado en racha al rebasar hasta en diez ocasiones el mencionado dato, consiguiendo atraer además a más de 400.000 espectadores e incluso a más de medio millón en determinadas jornadas.

Hasta el momento, su mejor registro histórico corresponde a su entrega especial del miércoles 10 de abril, dedicada al 'debate de verdad' entre representantes políticos de PSOE, PP, Podemos, Ciudadanos, ERC y PNV. Mediaset convirtió esta cita en un evento que fue seguido por un 6,2% y 735.000 espectadores durante su primer tramo, cifra que se elevó después hasta un 7,2% con 1.000 seguidores más

El lunes 29 de abril, 'Todo es mentira' anotó un 4,8% de cuota de pantalla y 564.000 televidentes, su segundo mejor share histórico que le permitió recortar distancias con 'Zapeando'. Ese día se quedó a 1,4 puntos y 145.000 seguidores del formato de laSexta, que ha pasado de promediar un 7% en enero a quedarse en un 6,1% en abril. De esta forma, la apuesta de Cuatro va consolidándose poco a poco en la franja de sobremesa y, de continuar en esta misma línea, podría asentarse en un corto período de tiempo.

'Todo es mentira' marca desde su estreno un 4,2% de share en el target comercial y obtiene sus mejores resultados entre los espectadores de 25-54 años (3,9%) y entre los de 35-54 años (4,6%). Por Comunidades Autónomas, destaca en el denominado 'Resto' (5,3%), en Madrid (4,8%), en Asturias (4,4%) y en Euskadi (4,3%). 

'Todo es mentira' encuentra su sitio al definir sus contenidos

Uno de los grandes aciertos de 'Todo es mentira' es que, tras varios intentos, ha encontrado un tono y un estilo personal que le posiciona como una alternativa al resto de ofertas al alcance del espectador. Coincidiendo con la campaña electoral, los contenidos políticos han ganado peso en la escaleta del programa, que tampoco ha dejado de lado el humor y el sello irreverente con el que fue concebido para desmontar las 'fake news'.

De hecho, 'Todo es mentira' se ha situado en el foco mediático en más de una ocasión por una larga lista de polémicas, desde sus encontronazos con Eduardo Inda y Arcadi Espada hasta su reciente desencuentro con Juan Carlos Monedero, pasando por la expulsión de Cristina Seguí en directo por sus insultos y faltas de respeto a otra colaboradora. En definitiva, el programa no evita las controversias y esto también le ha beneficiado en términos de notoriedad. 

Otro de los puntos fuertes del espacio es la implantación de un formato más definido al que tenía durante sus primeras emisiones. Actualmente, cuenta con dos o más colaboradores que participan a través de conexiones en directo para compartir sus puntos de vista respecto a determinados temas de actualidad y política, lo que da lugar a confrontaciones y debates que dotan de dinamismo la hora y media de emisión del programa

Por otro lado, 'Todo es mentira' se ha desligado del universo 'Sálvame' con el que coqueteó durante sus primeras semanas en antena. Lydia Lozano, Kiko Hernández o Belén Esteban fueron algunos de los colaboradores que visitaron el plató de Risto para servir de revulsivo, pero no funcionó en absoluto. Algo lógico si tenemos en cuenta que, el público que simpatice con estos rostros, preferirá verlos en su hábitat natural y no en otro formato radicalmente distinto. Gracias a todos estos factores, el programa de Risto podría mantener sus resultados y plantarle cara al de Frank Blanco.