Barei defiende a Toñi Prieto y asegura que la escenografía de su actuación no es la que solicitó a la televisión sueca

A raíz del inexplicable puesto de Barei en la final de Eurovisión, hace unos días los eurofans cargaron contra los máximos responsables del festival en TVE, Federico Llano y Toñi Prieto. En las redes sociales se popularizó el hashtag #FedeYToñiFueraDeEurovisión, para pedir sus dimisiones ante la incorrecta gestión de la candidatura española en el festival.

Hoy, Barei ha roto su silencio respecto al tema en Twitter para asegurar que en RTVE «no hay ningún régimen dictatorial» y que «Toñi no puede ser más encantadora, está dispuesta a ayudar siempre». La intérprete de 'Say yay!' desvincula de esta forma a Toñi Prieto de la polémica eurovisiva, inculpando de este modo únicamente a Federico Llano, subdirector de festivales de TVE.

@aacristinam No hay ningún régimen dictatorial y Toñi no puede ser más encantadora y estar más dispuesta a ayudar siempre. D verdad lo digo

¿ BAREI (@BAREI_MUSIC) 20 de mayo de 2016

En una entrevista para el podcast Pasión Eurovisión, Barei ha hablado aún más claro: «Quiero que sepáis que Toñi es maravillosa y es la primera vez que ha estado allí. No responsabilicéis a Toñi, por favor, hace todo por ayudar y porque todo esté como el artista quiere. Me duele mucho cuando la gente dice cosas de ella».

Sin embargo, Barei cuestiona «por qué unos países sí pueden hacer determinadas escenografías y nosotros no», y señala que algunos representantes tuvieron contacto directo con los realizadores, mientras que no fue así para ella. Aunque Barei asegura que se mandaron e-mails con sus peticiones, reconoce no saber a dónde llegaron. «Me falta información, pero no pienso que eso hubiera cambiado mi posición. La responsabilidad es mía, pero tengo la sensación de que España siempre queda atrás en eso, y no sé por qué». Además, admite no saber «los e-mails que Federico Llano envió a la televisión sueca».

«En otros países no sé ponen tantos 'peros' de primeras», lamenta la artista. «Aquí se parte del 'no' y luego hay que convencer. Hablo de los intermediarios, no de Toñi», señala. «Yo no sé cuál es la responsabilidad de cada uno, pero sé lo que he propuesto y lo que acabó siendo».