Vivienda

El 80% de los municipios turísticos de Catalunya redujeron la oferta de pisos de alquiler tradicional en 2024

En las localidades de alta afluencia de turistas en las que se aplica el tope de precios previsto en la ley de vivienda, la caída fue mayor, de hasta el 85,3%

El efecto del tope a los precios del alquiler se diluye seis meses después de su aplicación

Turistas con maletas caminan por el Passeig Marítim de Sitges (Garraf), la pasada Navidad.

Turistas con maletas caminan por el Passeig Marítim de Sitges (Garraf), la pasada Navidad. / FERRAN NADEU

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

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Hay municipios turísticos en la costa catalana en los que el problema de la vivienda está tan enquistado, que lejos de resolverse, parece que en los últimos tiempos las cosas aún se han complicado más. En estas poblaciones, en muchas de las cuales cuesta de por sí encontrar vivienda asequible a lo largo del año, la temporada alta se convierte en un quebradero de cabeza añadido por la llegada de trabajadores para cubrir la campaña. A eso se ha añadido, desde que el pasado marzo entraron en vigor las medidas para la contención de precios al alquiler, una retirada progresiva de pisos del mercado de arrendamiento. En el 80% de los municipios turísticos de Catalunya se ha reducido el número de contratos de alquiler tradicional o de larga duración firmados entre la fecha de entrada en vigor del límite de precio y finales de septiembre de 2024, según los datos que maneja el Institut Català del Sòl (Incasòl). En las localidades turísticas incluidas en las zonas tensionadas la disminución ha sido algo superior, del 85,3%, en el mismo periodo.

En Sitges, por ejemplo, la aplicación de la ley de vivienda y su polémico tope a los precios de los alquileres no han logrado el efecto que se buscaba, al menos en sus primeros seis meses de aplicación, segúnel registro del Incasòl. En la localidad del Garraf, entre enero y septiembre del año pasado, los precios de los arrendamientos subieron un 3,37% y, en contrapartida, la cifra de contratos suscritos en el mismo periodo se redujo en un 39,3%. Esto significa que desaparecieron del mercado dos de cada cinco pisos que estaban disponibles el enero anterior. Algo parecido ocurrió en Cambrils (Baix Camp), donde los precios subieron un 4,99% y el número de pisos que fueron alquilados bajó en un 14,1%.

"Todo apunta a que una buena parte de las viviendas que han dejado el mercado del alquiler de larga duración han pasado al sistema de temporada", ha afirmado en alguna ocasión la consellera de Territori i Habitatge, Sílvia Paneque, que está esperando a que "haya datos con una serie histórica algo más larga, para poder asegurar cuáles son los usos que se dan a esas viviendas que desaparecen de la oferta de arrendamiento de larga duración", según indicó en una visita hace unos días a una promoción de viviendas públicas en Sabadell.

Y es que las modalidades de alquiler de más corta duración -los de temporada, los turísticos o los de habitaciones- escapan a la regulación prevista en la ley de vivienda y no están obligados a aplicar el mecanismo de control de precios. De ahí que se hayan convertido en una rendija de escape a la que acuden cada vez más propietarios. "Sin duda, el establecimiento de precios máximos ha dado lugar a la retirada de inmuebles de la oferta de viviendas en alquiler, ya que al propietario, que puede haber hecho una fuerte inversión en un inmueble, deja de interesarle su explotación al obtener rentabilidades excesivamente bajas", observa Joan Carles Amaro, profesor del departamento de Economía, Contabilidad y Finanzas de Esade. 

Para José García Montalvo, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), no está tan claro que la fuga se produzca hacia el arrendamiento de temporada. "Los propietarios que han gastado una suma importante de dinero en una vivienda se van al mercado de compraventa, entre otras razones porque tampoco el alquiler de temporada les ofrece garantías jurídicas, en estos momentos", sostiene el profesor. De hecho, esta misma semana el Consejo General de Economistas ha alertado de la incertidumbre que pueden generar entre los propietarios medidas como la anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de aplicar el IVA a los pisos turísticos situados zonas de saturación turística. "El problema, aquí, es que el anuncio es aún demasiado inconcreto y no se sabe, por ejemplo, qué pasará cuando una zona saturada deje de serlo. Todo ello provoca que, al final, la gente cierre la persiana y trate de evitarse complicaciones", ha indicado Valentí Pich, presidente del CGE.

El impacto sí se ha notado en los precios

El impacto de los precios no ha sido igual en todas partes, eso sí. La evolución en las poblaciones incluidas en la lista de municipios con horarios comerciales adaptados al sector turístico (que es ahora mismo el único registro que existe en Catalunya para determinar qué ciudades o pueblos se consideran oficialmente turísticos, según la Agència Catalana de Turisme) ha sido dispar. De las 87 localidades incluidas en la lista, en 39 de ellas (que reprsentan un 44,8%) los importes han subido, mientras que en otros 33 municipios (37,9%), los alquileres, en cambio, han bajado. El resto son poblaciones en las que la serie de datos registrados en el Incasòl no está completa.

Cuando se comprueba cuál ha sido la evolución en los municipios tensionados, los precios han bajado en un 58,8% de los municipios y han subido en el 38,2%. En el primer caso, se encuentran Salou (Tarragonès), en Palafrugell (Baix Empordà) o en Sort (Pallars Sobirà), con descensos que fueron del 5,2% en el primero; del 14,9%, en el segundo, y en el tercero, del 0,1%.

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