la situación social

La precariedad laboral ahoga el acceso a la vivienda

Manifestación de afectados por las hipotecas en Barcelona en el 2013

Manifestación de afectados por las hipotecas en Barcelona en el 2013 / periodico

Pablo Allendesalazar

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Las semillas de una nueva burbuja inmobiliaria han echado las primeras e incipientes raíces en España, si bien su florecimiento no es todavía seguro. Al contrario que en los años previos a la crisis, los bancos no han disparado el crédito hipotecario hasta niveles insanos para la estabilidad financiera del país. Sin embargo, los precios de los pisos han crecido mucho más que la renta de los hogares en los últimos años, lo que está provocando ya un problema social de acceso a la vivienda en algunas zonas del país y a largo plazo podría desencadenar una nueva oleada de impagos en función de cómo evolucione el mercado, la economía y el empleo.

Los precios inmobiliarios crecieron un 22% desde el mínimo que marcaron a principios del 2014 hasta el cierre del 2018. En el mismo periodo, la renta media de las familias repuntó menos de la mitad, el 8,6%, mientras que los salarios medios (relevantes para los hogares unifamiliares o con un solo trabajador) subieron apenas el 3,4% entre el 2014 y el 2017 (último dato disponible). Ello ha elevado de forma notable el esfuerzo financiero necesario para acceder a una casa.

"Podemos hablar ya abiertamente de crisis de acceso a la vivienda", advirtió el consejero delegado de Sociedad de Tasación, Juan Fernández-Aceytuno, hace unos días en un foro inmobiliario de 'Europa Press'. "Se han desacoplado en exceso el precio de la vivienda y los sueldos", abundó el consejero delegado de Neinor Homes, Borja García-Egotxeaga, mientras que Joaquín Linares, socio del área inmobiliaria de Deloitte, apuntó que ello podría llevar a un "agotamiento" del sector.

Mayor esfuerzo

Como apuntan el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la cuota de la hipoteca no debería superar el 30-35% de los ingresos mensuales netos de un hogar, si bien algunos expertos lo rebajan al 30%. Según el Colegio de Registradores, este último nivel ya se superó con relación a los salarios en el primer trimestre en el conjunto de España (30,6%) y en algunas comunidades de forma preocupante, como es el caso de Baleares (40,8%), Madrid (35,9%) y Catalunya (35,1%). Este indicador solo tiene en cuenta los sueldos, con lo que es relevante para los hogares con un solo ocupado.

La tasadora Tinsa, en cambio, tiene en cuenta los ingresos familiares totales, lo que refleja mejor la situación de la mayoría de los hogares. En este caso el indicador no es tan preocupante (20,1% en el segundo trimestre). En el peor momento de la anterior burbuja, a mediados del 2007, llegó al 33%. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que es una media, con lo que un buen número de familias estará por encima de estos umbrales. Además, hay zonas donde sí que despierta ya alertas preliminares, como Baleares (26,6%), Málaga (26,5%) o barrios de Madrid (Moncloa-Aravaca 30,6%, Salamanca 30,5%, Chamberí 25,9% y Chamartín 25,6%) y Barcelona (Sarriá 29,2%, Ciutat Vella 28,5%, Eixample 28,1%, Gràcia 27,4% y Les Corts 27%).

Precariedad

La precariedad laboral poscrisis explica esta situación. El paro ha bajado del 25,93% del primer trimestre del 2014 al 14,45% en el último del 2018, pero todavía sigue en un elevado 33,54% entre los menores de 25 años. En esos cinco años, la tasa de temporalidad se ha incrementado del 23,1% al 26,99%, afectando a 4,41 millones de trabajadores. Los sueldos han subido el 3,44%, pero han caído entre los ocupados de entre 20 y 24 años (0,5%), 30 a 34 años (1,78%) y 35 a 39 años (1,32%).

La consecuencia ha quedado reflejada en uno de los últimos barómetros del CIS: el 81,8% de los encuestados prefiere comprar una vivienda a alquilar, pero el 45% de los que han rentado un piso no tienen ingresos suficientes para adquirir una casa. El alquiler, además, también presenta problemas. Según un estudio de Infojobs y Fotocasa, los españoles destinan de media el 34% de su salario mensual al pago de la renta, porcentaje que en Madrid llega al 51% y en Catalunya al 49%. En la capital española y la catalana, de hecho, el precio del alquiler supera ya el previo a la crisis, segun un informe del Banco de España de abril.