21ª edición de BBConstrumat

El futuro prefabricado de la construcción

La incorporación de procedimientos industrializados se imponen en un sector en el que la casa sin consumo energético se ha convertido en el segundo pilar

Feria Construmat

Feria Construmat / periodico

Max JIménez Botías

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El sector de la construcción en España será industrializado, prefabricado y pasivo (consumo cero o mínimo). Se trata de tendecias que ya se aplican en otros países, como Alemania, "donde se ponen en pie barrios enteros con ese planteamiento", explica Eloi Tarrés, consejero delegado de Evowall Technoloy, una sociedad de Sant Fuitós de Bages, que ha desarrollado en toda su extensión el concepto 'pasivehouse', con la producción en serie de viviendas cuyo consumo energético no pasa del 10% del que tiene una casa producida con procedimientos tradicionales. "Unimos los dos conceptos: prefabricado y consumo mínimo. Quien no haga prefabricados en los próximos años se quedará fuera del sector de la construcción", vaticina Tarrés.

La 21ª edición del BBConstrumat, la bienal de la edificación que organiza Fira de Barcelona, no refleja particularmente la moderada recuperación del sector: apenas cuenta con un número de expositores mayor que en el 2017. Pero sí que se muestra como un claro reflejo de las tendencias de la construcción. La robótica y las 'start-ups' que ha incorporado nuevos procedimientos en la construcción y los servicios agregados constituyen una muestra de ese cambio. Pero si el salón es el escaparate industrial de la actividad, esta se vuelca en un modelo fabril y circular: procesos repetitivos basados en la calidad técnica de los materiales, que acortan extremadamente los tiempos de producción, los costes y finalmente, el consumo energético. "Hay muchas empresas que producen prefabricados, pero no todas incorporan el concento de sostenibilidad", cuenta Tarrés. Ese es el nuevo mantra del setor.

El bajo consumo de Evowall, se basa en el concepto pasivo que incluye diferentes aspectos. "Primero, es como ir a la nieve: cuanto más aislados, menos frío se pasa", ejemplifica. Son construcciones herméticas. No entra el aire frío del exterior "por lo que en vez de tener que calentar la energía desde cero grados, se hace desde una temperatura superior", describe . Para ventilar se utiliza un sistema mecánico. Se recupera el aire que sale de la casa a 22 grados, pero sucio, y se incorpora aire limpio de fuera que se calienta antes de entrar. Además, las ventanas son de triple vidrio. La casa puede llegar a ser autosuficiente desde el punto de vista energético si se incorporan paneles solares. "Y el nivel de confort es mucho más elevado que una vivienda tradicional".

Evowall construye con los materiales que ha desarrollado. La casa no se diferencia aparentemente de otra más tradicional, como ocurre con la construcción de Arquima, otra de las empresa que emplea el mismo concepto 'pasivehouse' para poner en pie sus viviendas exclusivamente de madera. Y no solo hace casas unifamiliares. Esta firma de Sant Boi ha levantado recientemente en Barcelona un edificio plurifamiliar con su sistema, que asegura un aislamiento total.

Vivienda social

El modelo de vivienda industrial incluye otras alternativas que algunas administraciones, como el Ayuntamiento de Barcelona, han decidido adoptar. El proyecto 'A Prop' (que también se smuestra en BBCosntrumat) ha puesto en marcha tres promociones en otros tantos barrios de la ciudad (Ciutat Vella, Glòries y Sants) y basa en procedimiento industrialidos --la adaptación de contenedores de barco como vivienda-- para abordar de forma provisisonal las necesidades de alojamiento social de la ciudad.

"Tenemos un problema muy grave de acceso a la vivienda y la producción convencional comporta procesos muy largos de construcción y los suelos residenciales disponibles son escasos", cuenta Tonet Font, asesor de inovación social del Consitorio barcelonés. "Intentamos superar a idea de que la construcción industrializada es de menor calidad . De hecho, tenemos que avanzar hacia una construcción más responsable ambientalmente mucho más sostenible", defiende.

L'Institut Municipal d'Habitatge de Barcelona ha optado por el desarrollo de viviendas de 25 y 60 metros cuadrados en esos contenedores para una y cuatro personas, respetivamente. El objetivo es cubrir provisonalmente las necesidades de techo de algunos colectivos, hasta que en los solares en los que se montan se desarrollen el proyecto definitivo. "Si las personas tienen que irse de Barcelona significa perder el empadronamiento y el derecho a entrar en el registro de solicitud de vivienda social. Por tanto nos interesaba buscar soluciones para actuar cuanto antes mejor", subraya Font.

Estan programadas 94 viviendas en los tres proyetos mendionados que salen al mercado con alquileres de 200 y 400 euros al mes. "Si se renueva la confianza al equipo de Gobierno actual, la idea es llegr a los 10 distritos", destaca Font.