LA VINOTECA DE 'EL PERIÓDICO'

Vinos tintos con un gran carácter

La nueva entrega de La Vinoteca de EL PERIÓDICO se podrá adquirir en el quiosco y a través de la web por 28,95 euros a partir del próximo domingo

El Lignum Negre, el Bernat Oller 2007 y el finca del mar 2011.

El Lignum Negre, el Bernat Oller 2007 y el finca del mar 2011. / periodico

MARINA MUÑOZ BENITO

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Muy diferentes entre ellos y con una fuerte personalidad. Así son los caldos de la quinta entrega de La Vinoteca de EL PERIÓDICO, apadrinada por el chef Nandu Jubany. En la nueva entrega, que se podrá adquirir en el quiosco y a través de la web a  partir del próximo domingo por 28,95 euros, está representada la mayor parte del mapa vitivinícola catalán. Ésta incluye un Lignum negre, de Albet i Noya; el Bernat Oller 2007, de Oller del Mas; y un Finca del Mar 2011, de la bodega Coll de Roses.

«Si lo remenas mucho, encontrarás la tramontana», expone, sobre éste último, Ana Espelt. «Tiene un intenso carácter ampurdanés», asegura la joven bodeguera, que destaca las notas balsámicas y de mar que desprende este crianza. Con un color negro intenso es, según Jubany, ideal para acompañar un sabroso fricandó con setas.

Procedente de Sant Pau d'Ordal, el Lignum negre es fresco, con toques de frutos rojos y, según Josep Maria Albet i Noya, su propietario, fácil de beber. Hace dos años, lo redefinieron con el objetivo de aproximarse a la gente joven. «Tanto el concepto como la etiqueta, que es simpática», señala Albet. El bodeguero, pionero en vino ecológico de toda la península, recomienda maridarlo con «un buen magret de pato o un lomo de ciervo».

En cambio, para el Bernat Oller 2007, el más añejo del pack, el maestro de los fogones de Calldetenes propone un buen rustido. Elaborado con merlot y picapoll negre, este tinto del Pla de Bages, con notas florales y de vainilla, se caracteriza por saltarse el proceso de filtrado. «Preserva la integridad y características de la uva», explica Francesc Margenat, que forma parte de la 36ª generación de propietarios de las bodegas. «Empezó con un general carmelita del siglo XIV que estudió en París», revela.