Parque empresarial

ERC Viladecans pide “replantear desde cero” el proyecto del futuro distrito Roca en el entorno de su histórica fábrica

Los republicanos han presentado alegaciones al plan tras la luz verde del AMB el pasado mes de febrero

CONTEXTO | El futuro distrito económico de la multinacional Roca eleva a 2.700 los nuevos pisos entre Viladecans y Gavà

EL PLAN | Roca invertirá 250 millones de euros en crear su nuevo distrito económico entre Gavà y Viladecans

Factoría de la multinacional Roca entre Viladecans y Gavà.

Factoría de la multinacional Roca entre Viladecans y Gavà. / Manu Mitru

Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

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El grupo municipal de Esquerra Republicana en el Ayuntamiento de Viladecans ha presentado un conjunto de alegaciones a la modificación puntual del Plan General Metropolitano (PGM) en los terrenos de la antigua fábrica Roca y su entorno, donde la multinacional aspira a construir su nuevo distrito económico. En un comunicado, los republicanos piden detener y “replantear desde el principio la transformación del sector para que priorice el interés público”.

El ambicioso plan urbanístico para transformar el entorno de la fábrica Roca, tras años de parálisis, dio un salto cuando el pasado 25 de febrero el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) aprobó la modificación del PGM necesaria para que este prospere. Sin embargo, la sección local de los republicanos considera que la modificación urbanística “responde a un modelo especulativo, desequilibrado y poco respetuoso con el interés general” y denuncia que “ha sido elaborada priorizando los beneficios de la multinacional”.

Fuentes municipales de Viladecans señalan a este diario que confían plenamente en la corrección técnica del proyecto, trabajado tanto por técnicos de Viladecans y Gavà como del AMB.

La vivienda

Entre otras cuestiones, ERC Viladecans reprocha el aumento de viviendas en el ámbito que, como adelantó EL PERIÓDICO, pasa de contemplar 1.600 viviendas en el plan original a 2.700 en el actual. Es decir, un incremento de 1.100 pisos que se construirán entre Viladecans, mayoritariamente, y la vecina Gavà.

Roca creó un vínculo con ambos municipios hace ya más de 100 años, cuando empezó a fabricar radiadores de hierro fundido en unos terrenos fronterizos entre las dos ciudades del Baix Llobregat. La histórica empresa ha crecido hasta convertirse en una multinacional con más de 20.000 trabajadores y 78 fábricas repartidas por todo el globo. Tras años de planificación, la compañía quiere ahora reforzar su presencia en el ámbito que la vio nacer con un proyecto para el que prevé invertir unos 250 millones de euros. De estos, 100 se destinarán a la modernización y crecimiento de la empresa, mientras que los otros 150 millones se dedicarán a llevar a cabo la reurbanización de los terrenos, realojar a los vecinos afectados por el plan urbanístico o indemnizar a las actividades actuales de la zona.

Para la portavoz municipal de los republicanos en Viladecans, Bárbara Lligadas, "el objetivo de esta operación es conseguir los máximos rendimientos económicos para el propietario mayoritario, sin plantear una solución sostenible ambiental y socialmente. Entendemos que esta propuesta es nula de pleno derecho, por la falta de interés público, por el planeamiento elaborado bajo la única perspectiva de favorecer carencia de propuestas alternativas reales y diferentes”. La propuesta urbanística salió adelante hace dos meses con la abstención de ERC y Vox y el visto bueno del resto de fuerzas políticas representadas en el AMB —gobernada por PSC [con mayoría absoluta], Junts, Comuns y ERC—, que tramitó la propuesta urbanística a instancias de los consistorios por afectar la misma a dos municipios.

Con todo, el grupo local de ERC dice haber detectado “varios incumplimientos graves” en el proceso de tramitación del plan, como que la “exposición pública se ha limitado a sólo 30 días naturales” y la legislación establece que el período mínimo debe ser de 45 días hábiles o que el contenido del plan ha sido “elaborado a propuesta de Roca, vulnerando el principio básico de la iniciativa pública en la planificación del territorio”. A juicio de Esquerra, estos y otros elementos “invalidan jurídicamente la propuesta actual” y por eso piden su nulidad de pleno derecho.

Alegaciones

Más allá de estas cuestiones técnicas, la sección local de ERC reprocha una “densidad excesiva de viviendas”, la “carencia de equipamientos públicos suficientes” y la “ausencia de garantías para la vivienda protegida y asequible”. De los 2.731 pisos que se prevén en el futuro 'Roca City Gavà Viladecans', 1.470 serán de mercado libre, 631 de vivienda protegida para venta y otros 630 de vivienda protegida para alquiler.

El plan pasa a prácticamente duplicar las viviendas de mercado libre, ya que en el proyecto aprobado por los consistorios constaba la previsión de 878 pisos de mercado libre. Y, además del techo edificable en vivienda, prevé 330.922 metros cuadrados edificables para actividad económica. En esta categoría, el ámbito de techo que mengua es el del uso industrial, que pasa de 120.521 metros cuadrados de techo edificable a unos 91.557 metros cuadrados.

El proyecto implica también un incremento de la superficie para zonas verdes de 73.836 metros cuadrados con relación a la realidad actual del área.

En esta línea, la formación política propone una reducción del número de viviendas a un máximo de 1.000 en suelo de Viladecans, adecuando el crecimiento a “la capacidad real de equipamientos, servicios y movilidad del municipio”. Así como incrementar el porcentaje de vivienda protegida hasta el 55%, con un mínimo del 30% destinado a alquiler asequible y reserva específica para vivienda dotacional.

Entre sus alegaciones, también reclaman crear una nueva salida 51 en la C-32, aprovechando la reurbanización de los terrenos de Roca para facilitar el acceso directo a los nuevos viales y evitar colapsos en las vías internas de Gavà y Viladecans. O una ordenación por fases que intercalen la urbanización de vivienda y actividad económica, para evitar barrios dormitorio y promover la convivencia de funciones desde el primer momento. La pelota cae ahora en el tejado del AMB, que tendrá que resolver las alegaciones en el documento de la aprobación provisional del plan.