Viladecans pone en marcha refugios climáticos para proteger del calor extremo

El Ayuntamiento de Viladecans (Baix Llobregat) ha puesto en marcha tres refugios climáticos para altas temperaturas incluidos todos ellos dentro de la Red Metropolitana de Refugios Climáticos del Área Metropolitana de Barcelona (AMB).

Los Refugios climáticos son un conjunto de espacios accesibles que proporcionan confort térmico, descanso y seguridad ante episodios meteorológicos extremos, como las olas de calor. En la situación de emergencia climática en la que nos encontramos, estos fenómenos son cada vez más frecuentes e intensos.

Se trata de ofrecer a la ciudadanía, en especial a la población más vulnerable a las olas de calor, espacios adecuados para recuperarse del estrés térmico que provocan las altas temperaturas sobre el cuerpo humano. Estos equipamientos y espacios públicos podrán acoger a la población en general, pero priorizan las personas vulnerables a las altas temperaturas, como las personas mayores, los bebés o los enfermos crónicos.

Los refugios locales

Viladecans cuenta con tres refugios climáticos. Uno interior, situado en Casal de barrio Montserratina, equipado con agua potable y refrigeración, por lo que garantiza unas condiciones adecuadas para apaciguar el fuerte calor, con una temperatura que se mantiene en torno a los 26 ° C.

Además, hay dos exteriores, uno en el parque Torrente Ballester y otro en el parque de la Torre-roja. El primero, cuenta con dos zonas de refugio, la primera junto a la calle de la Virgen de Montserrat (3.264 m²) con presencia destacada de árboles (naranjos, ficus y moreras), y la segunda, una zona de pinar de pino blanco, encinas y ficus (2.468 m²) situada en la mitad del parque, junto a la calle de Josep Irla. El parque dispone de agua potable. En cuanto al segundo, aunque todavía falta mover unos bancos, para que estén más a la sombra, dispone de dos zonas de refugio. La primera se corresponde con la zona de plataneras y tilos (4.200 m²) ubicada en la Av. de la Torre-roja. La segunda zona es un área alargada de plataneras (2.900 m²) que finaliza en el extremo sur (calle Amposta Casé). En este caso, hay que llevar agua potable.

En el caso de los refugios climáticos exteriores, disponen de una regulación térmica natural, ya que la presencia de agua, vegetación arbórea densa y de terreno permeable actúan como reguladores de la temperatura y permiten disfrutar de un ambiente más fresco. Gracias a la presencia de vegetación, los espacios verdes tienen una temperatura inferior a la de otros espacios urbanos y generan un efecto refrescante que se extiende por su entorno cercano, que en función del tamaño del espacio verde es más o menos amplio. En general, los espacios verdes con una presencia de vegetación moderada pueden tener una diferencia de unos 2-3 ° C(durante el día) respecto a zonas sin vegetación. Esta diferencia de temperatura se incrementa después de la puesta de sol, sobre todo en lugares menos húmedos, donde la temperatura puede bajar hasta 5 ° C, y en algunos casos hasta 6,5 ° C.

Orígenes de la iniciativa

El punto de partida de la red metropolitana de refugios climáticos es un 'grupo motor' (grupo de trabajo) formado por el AMB y siete municipios metropolitanos, que impulsaron la creación de este proyecto, entre ellos Viladecans.

Las acciones del grupo de trabajo han consistido en identificar los equipamientos y los espacios verdes más adecuados para convertirse en refugios climáticos. Posteriormente, el AMB ha abierto en su web el espacio de consulta, en el que hay información sobre qué es un refugio climático, un inventario y mapa de situación de los refugios y recomendaciones para protegerse

Esta temporada de verano se hará el seguimiento técnico de la iniciativa, se evaluarán el resultado y el uso y se definirán las próximas acciones para hacer crecer la Red de Refugios Climáticos. También se medirán algunas condiciones de los refugios climáticos para analizar su efecto refrescante.

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