Residuos orgánicos

Viladecans pone en marcha las primeras experiencias de compostaje comunitario

Los vecinos y vecinas del Grup Sant Jordi y del Mas Ratés realizan una prueba piloto

La teniente de alcalde Encarna García asistió al estreno de los compostadores comunitarios del Grup Sant Jordi

La teniente de alcalde Encarna García asistió al estreno de los compostadores comunitarios del Grup Sant Jordi / Ajuntament de Viladecans

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El Ayuntamiento de Viladecans (Baix Llobregat) da un paso más en lo que se refiere al reciclaje de los residuos orgánicos poniendo en marcha un plan piloto de compostadores comunitarios. A finales de marzo se instalaron dos compostadores comunitarios en la ciudad, uno en el barrio de Mas Ratés y otro en el Grup Sant Jordi. Cada compostador está dimensionado para 35 familias y cuando esté a pleno rendimiento permitirá producir más de 300 kilos de compost de alta calidad. Las personas participantes en esta prueba piloto recibirán el compuesto para usarlo en sus plantas y también se utilizará para los jardines urbanos.

Según explicó la teniente de alcalde de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Encarna García, en la puesta en marcha del compostador comunitario en el Grup Sant Jordi, esta primera experiencia local de este tipo busca "impulsar el reciclaje de la materia orgánica en los hogares fomentando el compostaje y, al mismo tiempo, se propone impulsar el espíritu de comunidad con la implicación de los vecinos y vecinas y de las entidades".

En este proyecto también están implicadas las entidades ubicadas en el barrio, la Associació de Veïns i Veïnes del Grup Sant Jordi y el Servei de Rehabilitació Comunitària del Parc Sanitària Sant Joan de Déu y aún está abierto a la participación de la ciudadanía.

Reducir los residuos orgánicos

El compostaje comunitario permite reducir la cantidad de materia orgánica que va al vertedero, reduce el uso de fertilizantes químicos y evita la contaminación del aire, ahorra agua de riego, ya que el compuesto retiene la humedad, aporta los nutrientes necesarios en las plantas de los balcones y de la ciudad y reduce el coste de la gestión de residuos municipales y también las emisiones de gases de efecto invernadero.

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