Un millar de personas se manifiestan en Viladecans en apoyo a Tamara y Adrià Carrasco

Un millar de personas participaron ayer miércoles en Viladecans en la manifestación en apoyo a Tamara Carrasco y Adrià Carrasco, los dos activistas de los CDR de Viladecans y Esplugues de Llobregat, respectivamente, acusados hace justo un año de rebelión y terrorismo por su participación en los cortes de carreteras producidos durante las protestas contra la detención de los líderes del 'procés' en Semana Santa. 

Entre los participantes, los padres de Adrià Carrasco, que se encuentra desde hace un año en Bélgica -adonde huyó para no ser detenido- y la misma Tamara Carrasco, que, por orden de la Audiencia Nacional, tiene prohibido desde entonces -y tras pasar dos días en prisión en Madrid- salir del término municipal de Viladecans. 

La manifestación, organizada por el grupo de apoyo a Tamara Carrasco y el colectivo 'Adri, et Volem a Casa', contó también con la participación de Roger Español, el activista que el 1-O perdió la visión de un ojo por el impacto de una pelota de goma, así como de la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, y representantes políticos como la exconsejera Laura Borràs o el diputado de la CUP Vidal Aragonés, entre otros. 

Tras recorrer en una marcha lenta las calles de la ciudad, los asistentes llegaron a la plaza de Europa, donde se hicieron los parlamentos y concluyó el acto. "A mí, que soy la persona más discreta del mundo, me cuesta digerir todo esto, pero estoy contenta de verme rodeada de la gente que me quiere", aseguró Tamara ante los medios. 

Por su parte, Núria Tarrés, madre de Adrià, agredeció en nombre de su hijo a todos los asistentes el apoyo recibido, a la vez que reconoció que, aunque hace un año vivieron momentos muy difíciles, ahora se sienten "fuertes, valientes y alentados" para seguir luchando por los derechos de Carrasco "y de todos los represaliados". 

Protestas a raíz del 1-O

Aunque entonces no se conocían, el caso de ambos activista ha discurrido en paralelo desde el 10 de abril de 2018, cuando la Guardia Civil acudió al domicilio de ambos para arrestarlos. En el caso de Tamara Carrasco, por un audio enviado en marzo en el que instaba a cortar carreteras y boicotear conexiones ferroviarias, y en el de Adrià Carrasco, por el corte de dos peajes en La Roca de Vallès y en la C-32, en Vallcarca.

El espluguense consiguió huir antes de que le retuvieran, mientras que la activista de Viladecans pasó dos días en una prisión madrileña. Ambos fueron acusados inicialmente de delitos de sedición, rebelión y terrorismo, unas acusaciones que la Audiencia Nacional desestimó el pasado mes de noviembre, circunscribiéndolos finalmente a un posible delito de desórdenes públicos y dejando el caso en manos de los juzgados catalanes.

Finalmente, el juzgado de Barcelona decidió en enero remitirlo a los juzgados de Gavà, en el caso de Tamara, y de Granollers y Vilanova, en el caso de Adrià. Desde entonces, ambos están esperando a que se asuma la investigación; Adrià en Bélgica,  de donde no planea regresar hasta que se retiren todos los cargos, y Tamara en Viladecans, dado que la Audiencia decidió no levantar las medidas cautelares que le impiden salir del municipio.

Un año sin salir de Viladecans

En declaraciones a la ACN, la viladecanense asegura sentirse como "en una prisión sin barrotes" y recuerda como “surrealista” el momento de su detención, además de tildar de “castigo” las medidas aplicadas tanto a su compañero como a ella misma: “No puedes tener a una persona confinada un año entero sin cargos”, defiende. Aunque puede salir del municipio para ir a trabajar, lleva meses de baja, y pese a que se le permite pedir permisos puntuales, asegura que a la práctica no es así.

“En definitiva, no puedes hacer vida normal. Es como cuando tienes 12 años y te han castigado una semana sin salir”, ejemplifica la activista. Aunque se muestra esperanzada, Carrasco es prudente cuando habla del futuro de su caso; aunque se declara inocente, no descarta una condena por desórdenes públicos, lo que también podría suponer su ingreso en prisión.

A la espera de un juez

Adrià Carrasco ha subrayado este miércoles en declaraciones a TV3 que ningún juzgado tiene "el valor" de coger su caso y archivarlo porque saben que es "un montaje, un teatro que se ha orquestado para conseguir atemorizar a la gente y hacerles creer que si participan en este tipo de acciones pueden acabar siendo acusados de terrorismo".

En esta línea, ha insistido en que su caso "no tiene ningún fundamento jurídico ni real", algo que comparte Tamara Carrasco. “Desde el primer minuto, tanto en nuestro caso como en el de los 'consellers' y los Jordis, se ha innovado jurídicamente; se han saltado sus propios procedimientos y leyes”, asegura la activista. Benet Salellas, abogado de Carrasco, es también quien defiende a Jordi Cuixart en el juicio por el 1-O.

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