La lava se extiende sobre el mar de La Palma como si fuera un delta

ZML

La vida vuelve a fluir en las aguas colonizadas por el delta lávico o fajana que se ha desparramado por el oeste de La Palma. La inmensa colada de lava que logró sortear la montaña de Todoque para caer al mar por los acantilados que se ubican entre la Playa del Perdido y la Playa de Los Guirres ha quedado totalmente petrificada. Desde el pasado sábado, la lava ya no fluye por el que se había convertido en el camino principal para de la colada para llegar hasta el mar. Tan solo un día después, el grupo QUIMA de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) grabó los fondos marinos cercanos a la gran estructura volcánica y sus componentes se sorprendieron al observar cómo bogas, pejeverdes, fulas y hasta una discreta manta raya habían vuelto a nadar libremente por la zona.