Emoción y esperanza tras el juicio por el caso de George Floyd

Marc Femenia

“Culpable, culpable, culpable”. Estados Unidos, y especialmente la comunidad negra, repiten emocionados como un mantra liberador las tres condenas que un jurado de 12 miembros dictó el martes contra el exagente de la policía de Mineápolis Derek Chauvin por el asesinato el 25 de mayo del año pasado de George Floyd, el hombre negro cuyo caso desató en el país la mayor ola de protestas por los derechos civiles en décadas. Prácticamente nadie, no obstante, respira aliviado. El racismo policial se sigue identificando como un problema sistémico en EEUU ante el que se saben necesarias acciones tomadas no solo en casos particulares e irrefutables o en los tribunales, aunque al menos este caso en concreto ha servido para reactivar ese examen y revitalizar el debate sobre potenciales reformas del sistema policial y penal.