Tamara y Julio José, con su abuela (T-5).

MEDIASET

Es difícil entender que una familia de tanto glamur y altisonancia mediática como los Iglesias-Preysler se presten a rellenar ese contenedor de miserias y desgracias que es Volverte a ver (T-5). ¡Ah! Quién sabe, quizá alguno de sus miembros está pasando por un momento de depresión económica. Lo cierto es que después de que Carlos Sobera escarbase durante 40 minutos sobre una muchacha que fue dada en adopción, y los padres adoptivos la maltrataban y vejaban («Me ataban, me azotaban con el cinturón, me metían en agua hirviendo»), después de tres cuartos de hora de primeros planos sobre lágrimas, dolor y sufrimiento –en lugar de acompañar a esta muchacha a la comisaría más cercana y denunciar estos malos tratos, que es lo que el programa debería haber hecho–Sobera exclamó con entusiasmo resplandeciente: «¡Primicia! Por primera vez Tamara Falcó y Julio José Iglesias juntos en un plató. ¡Y segunda primicia! Por primera vez en la tele, a sus 94 años de edad, ¡doña Beatriz Arrastia, la abuela de ellos y madre de Isabel Preysler!».