Los ladrones de la IA

Hace unos días asistí a un evento denominado "Andorra Masters": un conjunto de conferencias basadas principalmente en las bondades de la Inteligencia Artificial.  No entraré en el debate sobre la idoneidad de la IA, porque su evolución es imparable y galopante, pero tengo clarísimo que falta como el comer una regulación y que existe una cantidad para nada pequeña de prescriptores mentirosos que se aprovechan de esta IA para ganar seguidores en redes sociales y vender cursos -no baratos- de dudosa utilidad, con un constante "Estoy aquí para ayudarte" que me huele a cuerno quemado. El primer ponente tardó poco tiempo en prescribir la frase: "implementando una automatización de vuestros correos electrónicos gracias a la IA, malo será que el primer año no lleguéis a facturar cien mil euros". O sea, que el dinero te llega sólo y con el mínimo esfuerzo. Acosan con miedo para seguir vendiendo: "quien no aplique la IA se quedará fuera del sistema" e invitan a la vagancia "mientras tú cierras el ordenador, y gozas del tiempo que quieras para irte unos días a Bali con tu pareja en cualquier época del año, o ves Netflix, o simplemente paseas".