"Inés, 'miarma', tú eres mi heroína" tu y yo somos tres por ferran monegal
Andalucía. Mañanas televisivas en posición de ataque informativo. Las cámaras pasan de lo trepidante a lo terrible. Lo terrible es cómo se posa la tele sobre el pozo en el que ha caído el niño Julen. Nos enseñan que las máquinas abren galerías adyacentes para intentar encontrar el niño. Vemos que lo hacen con cuidado extremo. Acarician la tierra para no arañarla y perjudicar a Julen. La tele trabaja de otra forma. Las señoras de las mañanas de los imperios televisivos escarban. Es otro estilo. He visto una entrevista con la abuela del niño, aquí te pillo aquí te pongo el micro, y la pobre mujer, destrozada, acabó diciendo: «Gracias, gracias a todos, pero ya está bien». O sea, no sigan sobre mí más cámaras y ni más micros. Déjenme con mi dolor, tranquila. ¡Ah! Siempre he dicho –pura constatación de lo que desde hace 25 años he visto– que los más terribles sucesos que tienen como protagonistas, o víctimas, a niños, es en las radiantes mañanas televisivas donde encuentran su versión informativa más oscura, más morbosa, más discutible.
