Caprile ante el inquietante camisón (La 1). MONEGAL

periodico

El concurso Maestros de la costura (TVE-1), que ahora acaba de iniciar su segunda temporada, debería cambiar de nombre. Debería llamarse Costuras Caprile. Porque efectivamente sigue siendo el modisto Lorenzo CaprileLorenzo Caprile el gran dinamizador, el gran aliciente, de esta competición. El otro día les pidieron a los concursantes que hicieran un conjunto sugestivo, sexi, atractivo, muy femenino y chic, de camisón y bata para antes de meterse en la camita. La consigna era: «Comodidad y seducción, fundidas». ¡Ahh! A uno de los aspirantes, Alejandro, un joven malagueño que desea ser gran modisto y huir de su trabajo actual de vendedor de ambientadores, le dijo Caprile, viendo cómo le quedaba a la modelo la prenda que habia diseñado: «Me gustaría saber si tienes algún tipo de trauma infantil, alguna cosa oscura que explique tu manía de hacer por el centro las costuras». Efectivamente, era feísimo ver que el grácil camisón estaba cortado y recosido por el frontis en lugar de por los lados, que hubiese quedado más seductor y atractivo. O sea, que una infancia turbulenta condiciona la producción de un artista.