Vuelven los abrazos y las lágrimas a los aeropuertos españoles

EFE / EMILIO NARANJO / VÍDEO: EFE

Cinco y media de la mañana. Terminal 1 del Aeropuerto de El Prat. Por primera vez en meses, el acceso es libre. A esa hora, dos docenas de personas aguardan en la cafetería junto al único punto de salida de los pasajeros procedentes de todo el mundo. Algunas de ellas disimulan mal los nervios, apoyadas en la barandilla frente a la puerta que se abre y cierra cada vez que aparecen los primeros pasajeros del vuelo más madrugador, el procedente de Buenos Aires. “¿Esta es la única puerta de salida?”, pregunta un hombre, visiblemente inquieto, que espera la llegada de un familiar.