Marcha lenta de taxis por la Gran Vía.

Joan Cortadellas

Antes toda la munición se dirigía hacia Uber y, en menor medida, hacia Cabify. Pero ahora se han dado cuenta, o eso es lo que interpretan ellos, de que el enemigo lo tenían en casa. Un caballo de Troya que les ha ido masajeando y al final han visto, siempre según su punto de vista, que era el mismo mal que llevan ya un lustro combatiendo. El taxi ha convocado una marcha lenta este martes en Barcelona, la enésima, para exhibir su rechazo a la competencia digital que consideran "desleal y disruptiva". Van contra los de siempre, pero ahora añaden en su lista negra a una de las compañías con la que el gremio lleva ya tiempo colaborando, Free Now, la aplicación con más taxistas abonados. A nivel ciudadano, esto se ha traducido una protesta que ha empezado este martes a las 10.30 horas de la mañana y que ha recorrido el corazón del Eixample para terminar en en la plaza de Catalunya. Un buen día para coger el metro. Según los organizadores, ha sido unos 1.300 taxis los que se han movilizado.