La madre de las niñas desaparecidas en Tenerife difunde un nuevo vídeo de las pequeñas

VIDEO: EFE

El primer análisis realizado por los expertos de la Guardia Civil sobre el teléfono móvil de Tomás Gimeno, acusado de secuestrar a sus hijas Olivia y Anna, revela que la tarde noche que las hizo desaparecer, el pasado 27 de abril, no realizó ninguna llamada ni envió ningún mensaje “sospechoso” a otra persona que pudiera haberle ayudado a ocultarlas, según ha sabido EL PERIÓDICO. Fuentes del caso explicaron a este diario que ese día “crítico” no hay ningún indicio de que Gimeno contactara desde su móvil con alguien que pudiera estar implicado en el secuestro de las niñas. No hay rastro de ninguna comunicación sospechosa ni por la tarde ni tampoco esa madrugada. Pese a todo, no se descarta que pudiera haber usado otro teléfono para no dejar rastro, una hipótesis que se está investigando.