Ciudadanos chinos llegan a Moscú antes de que empiece la suspensión de vuelos desde China

VÍDEO: EFE

Eran, de lejos, los más ruidosos, los que más se hacían notar, entre los aluviones de visitantes que a diario recibe el Kremlin, el recinto fortificado de rojas murallas donde residía el zar durante sus estancias en Moscú y convertido en la principal atracción turística de Rusia. El veto del Gobierno ruso a la entrada de ciudadanos chinos, una medida calificada de "radical" por expertos rusos en migraciones, no solo va a hacer posible a partir de ahora culminar la visita al afamado lugar sin escuchar ese permanente murmullo de fondo que generaba con frecuencia la audiencia china, sino que también va a causar graves problemas al sector turístico local: el gigante asiático es el país que más turistas envía a su vecino del norte, con 1,47 millones de viajeros anuales.