¿Cómo quedan las tarifas del transporte público en Catalunya a partir de este jueves?
Los autónomos saben bien lo que es pagar el IVA de una factura no cobrada. Y los padres que compran un regalo colectivo de cumpleaños han pasado por ese momento de adelantar el dinero y aguardar a que el resto de familias abonen su parte. Gastar por avanzado tiene un plus de riesgo, de no saber, de dar por sentado, de tener fe. Y de sufrir. Así vive estos días la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), esperando a que el Gobierno de Pedro Sánchez tenga a bien aportar el 30% de subvención a determinados abonos de transporte público al que se comprometió. Y así será: a pesar de que el decreto que regula estas ayudas fue tumbado el miércoles en el Congreso de los Diputados, fuentes del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible confirman a este diario que pondrán sobre la mesa su parte correspondiente hasta el 22 de enero, día en el que la Cámara baja tumbó el plan. Ir más allá sería ilegal. A partir de esa fecha, habida cuenta de que la tarifa sigue siendo la misma, la ATM deberá hacerse cargo de ese 30% derogado por el Estado hasta que entren en vigor los nuevos precios –lo que supondrá unos cinco millones de euros–. De hecho, este viernes el consejo de administración de la entidad se reúne de urgencia para poder aprobar las nuevas tarifas, que deberían entrar en vigor la segunda semana de febrero.