Banda de Mossos solidarios con La Marató

Jordi Otix

En abril de 2012 a Santi Guerrero se le paró el corazón delante de su hermano Josep Lluís Guerrero. Los dos eran entonces agentes de los Mossos d’Esquadra. Santi era escolta del comisario jefe, Josep Milán; Josep Lluís era el responsable de las patrullas de seguridad ciudadana de la comisaría de Les Corts. "Terminé el turno y ese día, no sé por qué, fui a ver a mi hermano", recuerda Santi. "Habitualmente no lo hacía pero ese día me pasé por su despacho antes de irme a casa". Santi tenía 41 años y, que él supiera, estaba en plena forma.