El rey Juan Carlos llega a la Zarzuela

AFP / ÓSCAR DEL POZO / VÍDEO: EFE

Se nos fue el emérito y ha regresado el decrépito, hay que ver lo mal que sienta la buena vida a determinadas edades. A los reyes, aunque sean jubilados, no se les debería mostrar en público en ese estado, que la monarquía se sustenta precisamente en creer que los monarcas son distintos a todos nosotros, y darnos de bruces con que el paso del tiempo es igual -o más- cruel con ellos que con un tornero de Puente Genil o un campesino de Vilademuls, desvanece la ilusión. Si tiembla el rey, tiembla la monarquía, que pierde más adeptos con esas imágenes, que con centenares de comisiones cobradas, elefantes cobrados y Corinnas pagadas. Un rey debe evitar ser visto en público a partir del día en que le presta más servicio el pañal que la corona.