Felipe VI, en Cuba: "Los cambios en un país no pueden ser impuestos"

JUAN CARLOS HIDALGO / EFE / VÍDEO: EFE

Del viaje de los Reyes a Cuba con motivo del 500º aniversario de la fundación de La Habana quedará para la historia el claro discurso de Felipe VI ante el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en el que el monarca hizo una encendida defensa de la democracia y de los derechos humanos, desmintiendo así, a la vez, a quienes en España se oponían a la visita porque reforzaría al régimen castrista y a quienes le reprochaban que no recibiera a miembros de la disidencia. Casi una cuarta parte del discurso del Monarca estuvo dedicada, de forma inusual pero oportuna, a la política para, poniendo el ejemplo de la Constitución española de 1978, afirmar que «es en democracia como mejor se representan y se defienden los derechos humanos, la libertad y la dignidad de las personas». Pero el Rey aún dijo más. «La evolución, la adaptación y el cambio son inevitables», señaló, antes de reclamar la existencia de instituciones plurales que permitan las libertades de expresión, asociación y reunión. Felipe VI matizó, no obstante, que esos cambios no pueden ser impuestos al pueblo cubano.