ERC avisa que un apoyo a Illa será difícil si Sánchez no mueve ficha con la financiación
Para entender hacia donde va la política catalana, sigan las señales de humo de Esquerra Republicana, que vive desde hace semanas en una paradoja asombrosa: la diabólica combinación de unos pésimos resultados electorales con la posesión de la única llave real de la investidura. El partido republicano afronta unas importantes grietas internas por primera vez en muchos años, pero tiene ahora mismo una influencia capital. Mientras Puigdemont es víctima del error de proponer una investidura que no existe y que en realidad no quiere (para que no se evidencie que efectivamente era un ‘fake’), Esquerra tiene en sus manos el destino de la investidura, del 'procés' y en realidad del futuro del independentismo. Eso sí, tiene que escoger entre dos escenarios diabólicos (investir a un socialista o elecciones), y esta decisión, estrictamente binaria, marcará probablemente el devenir de la política catalana de la próxima década.