Videocrítica de 'Los renglones torcidos de Dios': "Oriol Paulo convierte a Barbara Lennie en un personaje totémico."

En las películas de Oriol Paulo hay una pugna constante entre la frialdad y el jugueteo. Es un director extremadamente preciso, pero al mismo tiempo también retozón, de manera que no tiene miedo a lanzarse al vacío a través de decisiones totalmente inesperadas en momentos concretos. A lo largo de los años ha configurado casi un universo propio marcado por unas señas de identidad que se repiten casi a modo estilema: la narración en forma de puzle en la que adquiere una especial resonancia la leve franja que separa la verdad y la mentira, los flashbacks y giros argumentales que lo cambian todo en el último momento y, por supuesto, el asunto capilar de las pelucas, siempre omnipresente.