El emotivo discurso de Eduard Sola en los Premis Gaudí
Ha pasado casi una semana y sigo sin entender el porqué del escozor. Me refiero a los premios Gaudí, a la polvareda que ha levantado en la redes el discurso de Eduard Sola durante la gala por abrazar su orgullo charnego. En el alegato de agradecimiento, el guionista de la película ‘Casa en flames’ recordó que su abuelo andaluz era analfabeto y que él, en cambio, ha podido dedicarse a escribir gracias a algo que llamamos progreso. Celebró la escuela pública y los mecanismos de una educación que funcionó como ascensor social. No dijo nada ofensivo ni disparó contra nadie. El guionista estaba contando su historia, que podría extrapolarse a la de tantas otras familias que tuvieron que abandonar sus pueblos de origen en la inmediata posguerra, azuzadas por el hambre, la miseria y la falta de oportunidades. En Catalunya y en el País Vasco se necesitaba mano de obra barata.