Las lágrimas de Márquez
Todo empezó cuando el miércoles los hermanos Marc y Álex Márquez se hacían la maleta para viajar a Portimao (Portugal) y, mientras sus dos perros, sus dos mascotas, Stich y Shira, pululaban por la casa, apareció su madre, Roser Alentà, y le pidió a Marc que no se fuese, que no la dejase sola “después de pasarnos los últimos nueve meses viendo las carreras juntos”.