Macro desahucio en la nave de la calle Progrés de Badalona

ELISENDA PONS

Odion observa con los ojos tristes sobre su mascarilla quirúrgica la tensión que se vive en la puerta de la nave desde la otra acera, mientras sujeta fuerte con las dos manos el tirador de una vieja maleta de ruedas en la que ha guardado sus pocas pertenencias hace pocos minutos. Explica, en inglés -todavía no habla castellano-, que tiene 29 años, está enfermo del riñón y tiene miedo de acabar durmiendo en la calle. Junto a él, varias de las personas de origen subsahariano que hasta este jueves vivían en esta nave ocupada en la calle del Progrés, en el barrio del Gorg, en Badalona, que aceptaron salir por su propio pie antes de las 12 de la mañana al ser informadas de que no había margen para la negociación y que la policía se disponía a entrar para ejecutar la orden judicial de desalojo.