Correfoc de la Mercè 2022

FOTO: FERRAN NADEU / VÍDEO: CARLES COLS

Cuando lo cuentan aseguran que no es una leyenda, ni siquiera una realidad aumentada. A Antoni Gaudí le sorprendió la Setmana Tràgica en lo que hoy es el parque Güell, entonces un proyecto en obras. En 1909 estaba por terminarse la celebrada sala hipóstila del recinto, la misma, ya que estamos en ello, que 60 años más tarde sirvió, sin añadirle apenas nada de 'atrezzo', de salón del trono de Fu Manchú en una película protagonizada por Christopher Lee. Pero, a lo que íbamos, en 1909 estaba Gaudí en sus quehaceres cuando el 27 de julio la ciudad comenzó a arder. Vamos, que estaba el de Reus o Riudoms (jamás se pondrán de acuerdo) en el mejor mirador posible del infierno que se acababa de desencadenar. Ardían las iglesias por toda la ciudad. Se le encogió el alma. Lo que cuentan es que la Sagrada Família, templo expiatorio de la maldad barcelonesa, tal vez no habría sido tal excentricidad arquitectónica sin aquel precedente que popularizó el sobrenombre de la Rosa de Fuego para la ciudad. Ha regresado este año al programa de la Mercè el ‘correfoc’, el de verdad, el de bailar entre los 'diables', algo imposible desde 2019, y lo ha hecho, he aquí la cosa, a la más gaudiniana de las calles de Barcelona, el paseo de Gràcia. Bienvenidos a 'La ciutat cremada 2', Rosa de Fuego, pero de buen rollo.