Víctor Font

ALEJANDRO CERESUELA

Justo en el momento de sentarse a conversar en el patio de su bonito domicilio de Granollers, Víctor Font se percata de que se le ha descosido la americana por el codo. No conviene encontrar en ello una metáfora de su candidatura. El empresario catalán lleva años tejiendo con minuciosidad la estructura con la que tratará de seducir a los socios barcelonistas. Tiene una idea de cómo debe transformarse el club. Tiene atado al equipo directivo que le acompañará. También al cuadro de técnicos. No le faltan tampoco fondos después de vender recientemente su empresa Delta Partners a una multinacional norteamericana. Y más de 120 voluntarios le ayudan. A falta de un año (más o menos) para las elecciones a la presidencia del Barça, Font, de 47 años, cree abanderar un proyecto bien cosido.