¿Los hombres se quejan más cuando tienen la gripe? La ciencia podría darles la razón

Farmacéutico Fernández publica un divertido vídeo sobre cómo sufren los hombres y las mujeres cuando están enfermos y qué revelan ahora varios estudios

Un hombre con un resfriado en el sofá de su casa.

Un hombre con un resfriado en el sofá de su casa. / Manu Mitru

O. Casado

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No es un mito, es una realidad. Los hombres cuando tienen la gripe parece que están al borde de una muerte inminente. Tener más de 37ºC es síntoma de que la parca viene a buscarles y necesitan guardar reposo y muchos cuidados. Esto que hasta ahora era un típico “no tengo pruebas, pero tampoco dudas” puede dejar de serlo para asombro de muchas mujeres.

Según varios estudios parece que las hormonas masculinas y femeninas hacen que pasemos por la gripe de forma bastante distinta. Un divertido vídeo publicado por el influencer Farmacéutico Fernández analiza esta situación que se vive en todas las casas de nuestro país: “Mari Drama me llaman cuando digo que veo abiertas las puertas de San Pedro y que llamen a mi notario para poder cambiar el testamento”, comienza la publicación.

A continuación nos explica que los estrógenos, las hormonas predominantes en mujeres, nos protegen más frente a la gripe. Los estrógenos también ayudan al sistema inmune a responder mejor y haciendo que no sintamos síntomas más fuertes.

Por contra, la hormona predominante en los hombres, la testosterona, “puede deprimir la respuesta inmunológica, lo que haría que los hombres tengan síntomas más intensos o lo pasen peor con la misma infección”, explica el farmacéutico.

Así pues, no es que los hombres sean más quejicas, es que sus hormonas, las de la hombría, los hacen más débiles frente a las enfermedades. Ver para creer.

Otra teoría sobre la gripe entre hombres y mujeres

Esta es la teoría científica a la que apuntan muchos estudios pero hay otra también muy extendida en nuestra sociedad: las mujeres estamos más acostumbradas al dolor. Tener la regla mensualmente, los cambios hormonales o los partos nos hacen más resistentes al dolor y a tener el umbral del sufrimiento más elevado.

Como dice Farmacéutico Fernández los hombres ya tienen la frase perfecta para cuando se pongan malos: “No soy ningún flojucho que es por ser hombre por lo que sufro mucho”.

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