Fruta

Este es el efecto de desayunar naranja en nuestros riñones

Por qué no es tan recomendable beber zumo de naranja por las mañanas

Así es como hay que comer el Kiwi para que tenga más vitamina C que una naranja

Este es el efecto de desayunar naranja en nuestros riñones

PI STUDIO

Pedro G. Cuesta

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Consumir naranjas diariamente en el desayuno es una práctica habitual en muchas personas y culturas, y no es de extrañar, ya que esta fruta no solo es sabrosa y refrescante, sino que también está cargada de nutrientes esenciales.

Sin embargo, como sucede con casi todo en nutrición, los efectos que puede tener dependen del contexto general de la dieta, la cantidad consumida y el estado de salud de cada persona.

Beneficios de consumir naranja

Uno de los aportes más conocidos de la naranja es su alto contenido en vitamina C. Esta vitamina es crucial para reforzar el sistema inmunológico, lo cual es especialmente útil en épocas de resfriados o gripes.

También actúa como un potente antioxidante, ayudando a neutralizar los radicales libres que se generan naturalmente en el cuerpo y que, si se acumulan, pueden dañar las células y contribuir al envejecimiento prematuro o al desarrollo de enfermedades crónicas.

Además de la vitamina C, la naranja contiene otros antioxidantes importantes como los flavonoides (por ejemplo, la hesperidina), que tienen propiedades antiinflamatorias y protectoras del sistema cardiovascular. Estos compuestos ayudan a mejorar la circulación sanguínea, reducir la presión arterial y disminuir el riesgo de enfermedades cardiacas.

Desayuno con naranja y zumo de naranja.

Desayuno con naranja y zumo de naranja. / 123rf / Olga Yastremska

Fuente de fibra

Cuando no se licua y se come entera, la naranja también es una buena fuente de fibra dietética, sobre todo si se incluye parte de la piel blanca interna (el albedo).

Esta fibra es clave para mantener una buena salud digestiva, favorecer el tránsito intestinal y contribuir a una sensación de saciedad más duradera, lo que puede ser útil para controlar el apetito y evitar el picoteo a media mañana.

En personas sanas, incluir naranja en la dieta puede contribuir positivamente al buen funcionamiento de los riñones. Su alto contenido en agua favorece la hidratación, un aspecto fundamental para que los riñones puedan filtrar correctamente las toxinas del cuerpo.

Combate las piedras en los riñones

Además, las naranjas contienen citrato, un compuesto natural que puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales, especialmente los compuestos por oxalato cálcico.

El citrato actúa inhibiendo la cristalización de minerales en la orina, reduciendo así el riesgo de desarrollar piedras en los riñones.

Las naranjas son moderadamente ricas en potasio también, un mineral esencial para la regulación de la presión arterial y el equilibrio de líquidos, funciones que están directamente relacionadas con la salud renal. En personas con una función renal saludable, el potasio que aporta una naranja diaria no representa ningún riesgo, y de hecho, puede ser beneficioso para mantener una buena salud cardiovascular y renal.

Ojo a personas con enfermedades renales

Sin embargo, en personas que padecen enfermedad renal crónica (ERC) o insuficiencia renal, la situación cambia. Cuando los riñones no funcionan correctamente, se reduce su capacidad para eliminar el exceso de potasio del organismo, lo que puede llevar a una acumulación de potasio en la sangre -una condición conocida como hiperpotasemia- que puede derivar en efectos graves, como alteraciones del ritmo cardiaco.

Dado que una naranja mediana contiene entre 230 y 250 mg de potasio, su consumo diario -así como el de otras frutas ricas en potasio como el plátano, el aguacate o el melón- puede no ser adecuado para quienes necesitan seguir una dieta baja en ese mineral.