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"El ser estafado es reconocer que se es un idiota": el experto en seguridad Carlos Quílez confiesa que a él le han timado "varias veces"

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Las nuevas estafas amorosas: así están actuando los ciberdelincuentes vía online

Carlos Quílez durante la entrevista en Libertad Sin Deudas.

Carlos Quílez durante la entrevista en Libertad Sin Deudas. / YouTube / Libertad Sin Deudas

Max Pérez

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Las estafas están al orden del día en nuestro país. Con internet resulta muy sencillo hacerse pasar por otra persona o empresa para exigir dinero a las víctimas. Existen miles de métodos, cada vez más sofisticados, para engañar a las personas más vulnerables.

Ya sea mediante mensajes SMS de falsos pedidos, cargos en el banco o presuntas multas de tráfico que luego resultan ser falsas, los estafadores tienen muchas opciones para conseguir ganar algo de dinero. Sin embargo, cuando uno es estafado, a veces tiene miedo de reconocer que ha caído en la trampa.

Miedo de afrontar la estafa

Hay casos de estafas que a la víctima le da vergüenza reconocer y afrontar. Ya sea porque ha perdido mucho dinero y le da miedo comentarlo a sus seres queridos y a las autoridades correspondientes o por la forma en que lo ha perdido lo hace avergonzarse.

Este segundo es, por ejemplo, el caso de los estafadores del amor, ya que muchas víctimas tienen miedo a reconocer que han sido estafados por amor. Un punto de inflexión fue el caso de Albert Cavallé, quien estafó a mujeres que había conocido a través de Tinder y Badoo.

El delincuente incluso llega a establecer relaciones amorosas con alguna de sus víctimas, yéndose a vivir con ella, lo que pospone durante más tiempo la denuncia por parte de las mujeres afectadas.

El delito negro

Este es uno de los ejemplos que pone el criminólogo Carlos Quílez en una entrevista con 'Libertad Sin Deudas', un despacho de abogados expertos en cancelación de deudas y Ley de Segunda Oportunidad, cuando habla de las estafas que se quedan sin denuncia posterior. El reconocido periodista define el delito producido y no denunciado como "delito negro".

Cualquiera puede ser una víctima

"El ser estafado es reconocer que se es un idiota", afirma Quílez, a la vez que se autoinsulta, puesto que reconoce que él también ha sido víctima de estafas más de una vez.

Es por ello por lo que Quílez sostiene que las víctimas estafadas no siempre acuden a comisaría a denunciar los hechos, por la vergüenza que les da haber sido tan confiados.

Especialmente en los casos en los que la estafa involucra la compra de un producto por el que uno se avergüenza, las probabilidades de que la víctima reconozca y denuncie el caso son menores. Sin embargo, uno tiene que armarse de valor y denunciar, para evitar que el estafador quede impune.